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terça-feira, 4 de novembro de 2014

Museos, Visitantes y Educación · en CULTURA, INSTITUCIONES, MUSEOGRAFÍA, MUSEOLOGÍA, OPINIÓN. ·


“La tarea del educador no es
talar bosques, sino regar desiertos”.
C.S. Lewis

La semana pasada volvimos a recordar de la mano de un comentario de Claudia, guía de museo para más señas, la importancia que tienen estos profesionales para que el visitante disfrute de una experiencia positiva en el museo. Que importante es que las personas tengamos una experiencia memorable en los museos. No importa edad, condición social, nivel cultural, da igual, todos somos grandes cuando cruzamos el umbral de un museo. 
 
No importa ese motivo o razón concreta para que hayamos tomado la decisión de visitar el museo, lo importante es que ahora estamos allí y es obligación de los profesionales que trabajan de cara al público – guías y personal de apoyo didáctico – que esos visitantes salgan con una buena experiencia del museo. Es de vital importancia para los museos y sobre todo para la sociedad. Y no nos vamos a meter en disquisiciones sobre si aquel visitante va de rebote, o el otro lleva a sus hijos que son unos salvajes, o el de más allá solo va a hacer fotos cuando esté permitido, o ese va al museo porque hay que ir cuando se visita una ciudad nueva, etcétera. Lo importante es que los profesionales de los museos sean profesionales y nos enseñen muchas cosas. Hay ocasiones en las que queremos aprender pero no nos damos cuenta.

 
Imagen: Txell Gràcia

Vamos a resumir aquellos principios que consideramos que son fundamentales en lo relacionado con el personal del museo y la didáctica. La didáctica es lo que une al profesional con el visitante, es ahí donde se establece una relación de complicidad que es muy importante. Allá vamos:

1. Los profesionales deben mostrar entusiasmo en lo que explican y comentan. El bostezo contagia bostezos. Las explicaciones desganadas producirán desgana. Contagiar ilusión en el conocimiento es muy difícil, lo sabemos, pero ese es el objetivo primordial. Lo que explicamos es una única y fascinante verdad que viene acompañada de una experiencia irrepetible.

 
Archivo EVE

2. Los visitantes deben sentirse cómodos en el museo. Un saludo, una sonrisa, una bienvenida, una señal de complicidad pueden bastar. Es muy importante preguntar al visitante que es lo que le ha gustado, si tienen alguna sugerencia o comentario. El visitante no sale con compras como si hubiera ido a un centro comercial; el museo es un servicio puramente didáctico donde las personas deben salir mejor personas que como han entrado, han debido aprender algo nuevo.

3. Los profesionales de los museos deben conocer al detalle aquello que explican. Este es uno de los principios elementales de la didáctica. No podemos enseñar aquello que desconocemos. Debemos saber mucho más de lo que estamos obligados a transmitir. Tampoco podemos ser loros de repetición, esos están en los zoos. No hay nada peor para la experiencia del visitante que el profesional parezca una cinta grabada en bucle.

4. Es muy importante conocer todas las novedades que afectan a la investigación para el conocimiento de los contenidos del museo que vayamos a explicar. Como en muchas otras profesiones, casi todas, estamos obligados a aprender, a documentarnos sobre el nuevo conocimiento en nuestra especialidad incorporando a nuestro discurso todo aquello que pueda ser de interés para el visitante, atendiendo a toda condición. Incluir guiños e incluso humor en la intervención, es muy importante también.

5. Deberíamos entregar a los visitantes un documento resumen de lo comentado. Si se entrega al principio el visitante se distrae y se olvida. Esto forma parte del “ABC” de cualquier presentación profesional en público, se debe cautivar con la palabra y luego se despliegan los materiales de apoyo, normalmente impresos, nunca antes.

 
Imagen:Magoz “Learn from others”

6. La experiencia del museo debe ser un espacio para el diálogo, no un discurso. Los discursos aburren, no retienen la atención de los visitantes. La mejor visita es la que está basada en el diálogo, en la conversación. En el diálogo el profesional del museo puede percibir el interés y el conocimiento del visitante y adaptar la experiencia en función de ese saber.



Imagen: Richard McVicar “Brief quotes to live by”

Estos son principios que pueden funcionar como un guión en el marco de la interpretación de patrimonio y museos. No pretende ser un recetario, sino de unos pautas de trabajo que el sentido común y la experiencia acaban por matizar. También es importante que los visitantes de los museos sepan que deben encontrarse y que no. No entramos en valoraciones sobre si la situación laboral actual de los profesionales de los museos no está para muchas fiestas. Si somos profesionales,lo somos en cualquier circunstancia, el visitante no tiene la culpa de la terrible coyuntura que nos está tocando vivir.

Imagen principal: Ruslan Khasanov



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