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quarta-feira, 17 de dezembro de 2014

La Ciudad Educadora · en CULTURA, INSTITUCIONES, PATRIMONIO. ·




“La ciudad puede que no narre su pasado,
pero lo lleva en las líneas de la mano”.
Italo Calvino

 
Imagen: Cuaderno de notas de Becca Shayne

Podríamos enunciar la idea que da título a la entrada de hoy, como: la ciudad educadora, un espacio para aprender siendo ciudadanos; aprender en la ciudad, sobre la ciudad y para la ciudad. Se trata de la educación a partir del encuentro con el patrimonio del lugar, localizado en nuestro ámbito de vida cotidiana. Existen iniciativas apoyadas en experiencias educativas variadas en torno a patrimonios urbanos, con un elevado grado de aceptación ciudadana. La mayor parte de estas actividades educativas se realizan siempre en el marco urbano y al aire libre. Es una corriente formativa novedosa, siendo los espacios patrimoniales urbanos abiertos al público, las calles y plazas con sus monumentos o sin ellos, con sus tradiciones vivas o las recreaciones de la historia local, las que dan sentido a este ejercicio colectivo. La iniciativa no es nueva.

 
Imagen: Mike Smith Photography

El impulso para organizar este movimiento de acción cultural ciudadano, pasa por dotar a las personas de los instrumentos necesarios para que puedan comprender, profundizar y explicar sus espacios urbanos, concebidos como contenedores de patrimonio. Cuando no existe camino para comprender, para que se produzca un acercamiento entre el ciudadano y la ciudad desde el punto de vista histórico-cultural, la intención de acercar al ciudadano a ese ámbito del conocimiento se transforma de “poder evocador” a “poder agotador”. Si no se desarrollan las herramientas adecuadas para mostrar ideas que se encuentran detrás de todo patrimonio cultural, este permanecerá ante nuestros ojos sin vida, escondido, aletargado, olvidado, aburrido. Recorreremos estos espacios sin tener ni idea de qué, cómo y porqué razón, forman parte de nuestra historia colectiva.

 
Imagen: Quality Snaps

La dotación formativa que habría que desarrollar entonces, es la de proporcionar a educadores, museólogos y gestores culturales las herramientas eficaces para poder transmitir estas ideas y sus valores a la ciudadanía. Son modelos de intervención educativa patrimonial colectiva, de manera que sean acciones realistas y que interesen realmente a los ciudadanos para convertirlos en personas involucradas con su propia historia. Son estrategias que evitan que el ciudadano deambule por la ciudad, caminando por delante de tesoros patrimoniales urbanos que son suyos, desconociendo su historia. Las bases de organización que apuntamos hoy aquí para evitar que el ciudadano viva de espaldas a su patrimonio urbano, parten de bases de acción ya existentes y enunciadas por la Asociación Internacional de Ciudades Educadoras (AICE):
Contribuir a que aquellos municipios ya comprometidos con los principios de la Carta de Ciudades Educadoras avancen en su cumplimiento.
Extender las propuestas de Ciudades Educadoras a otros países, otros municipios de su territorio.
Contribuir al avance del discurso de ciudad educadora con la definición de estrategias para su implementación en las políticas sociales.
Impulsar intercambios sobre temáticas relevantes para el desarrollo y aplicación de los principios de la Carta de Ciudades Educadoras en el ámbito de cada país, mediante la organización de encuentros o seminarios y la puesta en marcha de programas conjuntos.
Planificar, promover, coordinar, asesorar, organizar y tutelar las actividades derivadas del punto anterior.
Concitar la consulta al Banco Internacional de Documentos de Ciudades Educadoras (BIDCE) y estimular la aportación de experiencias significativas al mismo a ciudades que no lo conocen.
Contactar y colaborar con diversos organismos del territorio del país, y las demás organizaciones homólogas en las correspondientes comunidades, en torno a cuestiones de interés para las Ciudades Educadoras.
Participar y cooperar activa y solidariamente, en proyectos e intercambios de experiencias con otras redes internacionales de municipios, instituciones o colectivos con intereses comunes.
Modelo de Reglamento de Funcionamiento de la Red de Ciudades Educadoras.
Ejemplo de actividades (en este caso se toma como ejemplo y modelo el programa la ciudad educadora de Gijón, Principado de Asturias, España, que es donde nos encontramos actualmente).
Buscador de experiencias.

 


Los enunciados que se proponen se basan en un tipo de patrimonio muy abundante en todas las ciudades, el que podríamos denominar “el patrimonio construido”. Pero existe otro tipo de patrimonio, como pueda ser el “patrimonio inmaterial”, la historia contada, la memoria de otros tiempos.

 
Imagen: Honkey Kong / Ignant

Resumiendo para no cansar, las acciones parten del análisis, examen y discusión de la relación que se puede establecer en el marco educativo local sobre patrimonio urbano y ciudadanía. Nos apoyaremos en la experiencia acumulada que ya existe en otras ciudades pioneras en este tipo de iniciativas, para establecer el modelo de intervención educativa patrimonial ajustado a cada lugar y su idiosincrasia, con el uso de ejemplos muy concretos de referencia (no hay nada que inventar): recorridos culturales, actividades, re-enactement, fiestas, excursiones, etcétera. Todo ello pensado para poner a la vista un “libro de recetas” que ayude a los profesionales de la educación, museos y gestión cultural, a desarrollar estas actividades educativas en entornos urbanos, tomando como base la gran variedad de patrimonio cultural que existe en nuestras ciudades. La implicación de las personas mayores para poner en funcionamiento este tipo de iniciativas, es fundamental.

 
Imagen: Reflective Cities

Foto principal y para redes sociales: Big Apple Dreaming
 
 
fonte: @edisonmariotti #edisonmariotti Espacio Visual Europa (EVE)

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