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quarta-feira, 3 de dezembro de 2014

Museo y Comunidad 2.0 · en CULTURA, MUSEOGRAFÍA, MUSEOLOGÍA, OPINIÓN, TECNOLOGÍA. ·

“Es el encuentro con personas lo que
hace que la vida merezca la pena”.
Guy de Maupassant

 
Escultura con red gigante de Janet Echelman

Mencionar aquí que las redes sociales han revolucionado la forma en que las personas se relacionan no va a arrancar aplauso alguno, está claro. Decir que las redes sociales son un nuevo canal de comunicación inmerso en nuestras vidas, tampoco es nuevo. Comentar que los museos están obligados a implicarse definitivamente en la democratización de la cultura, no necesita ni respuesta ni reacción, es una verdad como un templo. Cuando abrimos una cuenta en Facebook, en Flickr o creamos un blog como este, estamos ofreciendo la posibilidad de que otros opinen sobre nosotros. Lo mismo le ocurre al museo que aparece en las redes sociales, ofreciendo la posibilidad de que los usuarios opinen sobre su dinámica, sus contenidos, sus servicios, su planteamiento didáctico, etcétera.

 
Montaje escultórico de Numen for Use

La dirección del museo ya no tiene el control absoluto sobre la opinión que el público tiene sobre la institución como antaño. Hubo una época en la que los museos se cuidaban muy mucho de que las opiniones, críticas, quejas, trascendieran a la opinión pública. Eso, hoy, ha terminado. Los museos, hoy, deben pasar de la actitud defensiva a saber aprovechar esta oportunidad. Las redes sociales conllevan un acercamiento democratizador, para bien y para mal. Los museos en un tiempo, creemos o esperamos, que ya sean pasado, eran reticentes a la idea de involucrarse en las redes sociales, pero han comprobado que no estar no es una opción, porque se quedan atrás, cayendo en el abandono y en el anacronismo.

 
Landing page de Agencia Y0 para Stuzzi

La sociedad de la información de la que formamos parte, obliga al museo a aceptar nuevos canales de comunicación – para los jóvenes de entre 16 y 25 años, la Red es ya casi el primer medio de comunicación, a la par con la caja tonta -. La Red tendrá todo el poder de relevancia en la comunicación en dos días, tanto en su capacidad de entretenimiento, como en difusión de la información, persuasión, actualidad, diversidad, creatividad, etcétera. Qué os vamos a contar a vosotros que no sepáis.

 
Retratos de Androt (no dispone de website personal)

La capacidad de conectar a las personas desde lugares lejanos, de ideologías distintas, de diferentes edades y maneras de pensar en el campo de los museos, solo se puede producir en la Red. Los museos pueden generar debates en tiempo real, pueden hacer que, como aquí, se hable sobre ellos de forma constante. Cualquier internauta desde su ordenador, portátil, paleta, smartphone, ebook – y dentro de nada iReloj o iWatch -, puede ver lo que acontece en las salas y galerías y participar enviando un tweet, colgando algo en el muro de Facebook, expresando su opinión en un video de YouTube en el mismo canal oficial del museo si lo tiene – que debería tener -, esa es la realidad del hoy.

 
Archivo EVE: Internet Helmet

Esta nueva forma de interacción social entre nosotros, grupos y/o instituciones, se puede trasladar al mundo analógico creando sinergias de acción, networking o socializarse cara a cara, una red de complicidades con miembros de nuestro entorno digital, que nos pueden ayudar en momentos determinados a crear proyectos que en ocasiones los museos ni se plantean. Se puede hacer fuerza, se puede instar pacíficamente a que las cosas cambien para mejorar. Por esta razón, el museo debe estar abierto a las nuevas tecnologías creando su propia red social, tiene que estar abierto a propuestas que provengan de reflexiones, preocupaciones o necesidades de las personas que conforman su comunidad de visitantes o potenciales visitantes.

 
Foto del 100 aniversario de Paramount Pictures (Fuente: Paramount Pictures)

Podemos asegurar que los museos muchas veces programan exposiciones o actividades que no interesan a la mayoría. La actual situación económica ha dado un vuelco a las actividades de los gestores culturales y del patrimonio, que deben cambiar su metodología de trabajo buscando lo que a la sociedad realmente le interesa, lo que puede captar la atención e la opinión pública en relación con lo que el museo puede ofrecer. Sin público no hay ingresos, los patrocinadores son una especie a punto de extinguirse y más sin el museo no tiene visitantes. La oferta cultural debe universalizarse, la erudición debe desaparecer cara al público, pero todo ello sin caer en la vulgarización. ¿Cómo se hace? Pues por ejemplo, existen líderes de opinión, gente famosa, personas e instituciones que son seguidas sistemáticamente por la opinión pública, que pueden actuar como garantes de la imagen del museo y sus actividades, que sean los embajadores del museo. Estos “famosos” pueden convertirse en las neuronas digitales de conexión que permitan acercar el museo a la sociedad usando las nuevas tecnologías como plataforma, haciendo el museo asequible cercano a las personas que de otro modo ni se lo plantea. Es un esfuerzo que se convierte en bien para la sociedad, porque se necesita difundir cultura, se necesita a gritos. En realidad, esa es la finalidad de todo el esfuerzo: la difusión de la cultura.



Mug Nui Maynooth de Red & Green Design

Conectivismo:

El conectivismo es una teoría del aprendizaje para la era digital que ha sido desarrollada por George Siemens y que se basa en el análisis ese las limitaciones del conductivismo, el cognosticismo y el constructivismo, para explicar el efecto que la tecnología ha tenido sobre la manera en la que actualmente vivimos, nos comunicamos y aprendemos. El colectivismo es la tesis que enuncia que el conocimiento se distribuye a través de una red de conexiones, y por lo tanto el aprendizaje consiste en la habilidad para construir y recorrer las redes.
 
 
fonte: @edisonmariotti #edisonmariottio Espacio Visual Europa (EVE)

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