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terça-feira, 27 de janeiro de 2015

24 IDEAS PARA EL MUSEO LOCAL | IDEA 2 -- · en CULTURA, INSTITUCIONES,MUSEO, MUSEOGRAFÍA, MUSEOLOGÍA, OPINIÓN. ·


Idea 2: El museo no es
un santuario: es una escuela

Solemos denominar a los museos templos de las musas coloquialmente, y no porque guarden seres divinos que adorar entre sus paredes, sino porque las musas son la inspiración de todas las artes y las ciencias; el museo es el lugar donde debe desarrollarse el conocimiento, la investigación y la creación plástica. Por ello, creemos que es un lugar fantástico para aprender. Esta es una de las funciones más importantes del museo, sin la cual todas las demás llegarían a ser inútiles. La función del museo es educar a través del patrimonio y de los objetos que exhibe. Precisamente, uno de los desafíos de museólogos, gestores y técnicos en patrimonio cultural es determinar como se educar utilizando el patrimonio como instrumento didáctico. Podríamos vivir borrando las pirámides del mapa, o vivir sin disfrutar de las obras maestras de la pintura y de la escultura, podríamos echar cemento encima de los yacimientos arqueológicos para sepultarlos, podríamos olvidarnos para siempre de las ruinas de Babilonia, podríamos hacer desaparecer la memoria colectiva y tradiciones de los pueblos, podríamos hacer todo esto y sobrevivir…

Imagen: No Copy Machine

Sin todas estas cosas el mundo sería una masa de humanos insensibles, es cierto que podríamos seguir viviendo, pero seríamos infinitamente pobres de espíritu, seríamos aun más bárbaros, nada de seres educados, seríamos hormigas. En cada parte del mundo hemos construido ciudades distintas, se comen cosas diferentes, se escucha diferente música, el arte tradicional es diferente, los vestidos populares y el folclore difieren de un sitio a otro, es la diversidad que caracteriza el patrimonio diferenciador de los pueblos. Si este patrimonio se perdiera, la cultura humana se parecería a una comunidad de hormigas: millones de criaturas trabajando sin otro sentido que almacenar para sobrevivir.

Educar a través del patrimonio es, pues, educar en la diversidad cultural, en el respeto mutuo y en la convicción de que la fuerza de la humanidad no reside en hacer todos lo mismo, sino en hacer cosas distintas. La diversidad cultural y el patrimonio colectivo que proporciona identidad a cada pueblo e incluso a cada comunidad, sea pequeña o grande, no es solo riqueza, sino que también es un instrumento de supervivencia de nuestra sensibilidad personal y colectiva. La cultura que genera el patrimonio y que a menudo se guarda y expone en los modestos museos locales es una respuesta concreta que determinado grupo humano ofrece a los demás. Es por ello que el patrimonio de cada uno de nuestros museos locales, pequeños y pobres de nuestras ciudades, sea de la naturaleza que sea, son muy importantes para la sociedad, porque nos enseñan y nos ayudan a reflexionar para construir un mundo mejor si sabemos observar y comprender nuestra historia.

Imagen: Makhala | Education is the key

Por ello, nosotros los museólogos y museógrafos, debemos desmitificar el museo mausoleo. Es necesario comprender que para que el museo sea un instrumento didáctico, una manera muy importante de aprender, es necesario que el museo se parezca más a un laboratorio, a un aula, incluso a un foro de debate. El museo, sea de lo que sea, solo puede educar cuando sus colecciones comparte códigos de comprensión similares. Si podemos comprender, apreciaremos; si lo que vemos nos resulta una ecuación a resolver, perderemos interés, desconectaremos. Si paseamos por un centro comercial y miramos un escaparate, la conexión objeto-espectador es directa e inmediata, hablamos de la síntesis elevada a la enésima potencia. La simplicidad es una herramienta fundamental en los museos, una aliada a la comprensión, a la didáctica. El museo debe tener la función del escaparate, alejarse de la encriptación. Debemos atender con detalle la relación entre el visitante y el objeto – lo que nosotros hemos denominado museografía didáctica -, que es romper con la ortodoxia y la erudición para siempre. Hay que plantear un museografía de nueva generación, alejándose del discurso grandilocuente y que las ideas brillen desde recursos que lleguen a todos, ayudando a que la visita al museo sea una experiencia además de didáctica, divertida.


Hay que replantearse muchas cosas, repensar que es en realidad un museo. No nos quedemos con la idea de que debe ser una mega-construcción de arquitecto estrella o entonces nada, dejemos ese convencimiento para los ignorantes que dilapidan el dinero público. Primero se piensas el museo y luego el museólogo y el museógrafo cogen el teléfono para llamar al arquitecto, nunca al revés. Hay que ensayar otro estilo que esté basado en las ideas, en la cooperación, en la investigación de base, en buscar respuestas para las necesidades culturales de las personas, de la gente de la ciudad y los pueblos, en la función educadora del museo y en la integración de este en el seno de nuestra sociedad. Hay que repensar el museo no como un edifico, sino como una entidad educadora.

Archivo EVE

IDEAS QUE NO CUESTAN DINERO:

Colocar juguetes en algunas salas de la exposición.

Algunos museos recurren a colocar en determinados espacios de la exposición permanente juguetes relacionados con su temática; así, por ejemplo, en museos de ciencias naturales podemos colocar animales de goma o plástico; en museos de arte, podemos poner libros infantiles con reproducciones de obras, etcétera. Se trata de juguetes de muy bajo coste y cuyo extravío o rotura no signifique una gran pérdida para el museo. La idea funciona, dado que los padres pueden entretener y enseñar así a los niños en el museo.

BIBLIOGRAFIA:

MARTÍNEZ GIL, T y SANTACANA MESTRE, J.
La cultura museística en tiempos difíciles
Editorial TREA, Gijón 2013.


fonte: @edisonmariotti #edisonmariotti Espacio Visual Europa (EVE)

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