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terça-feira, 24 de março de 2015

MUSEOS Y PERSONAJES ILUSTRES - · en MUSEO, MUSEOGRAFÍA,MUSEOLOGÍA, OPINIÓN, PATRIMONIO. ·

Una de las cosas que pueden echarse de menos normalmente en los museos es la ausencia de la figura humana interactuando, en su relación con los objetos de la exposición. A muchos nos gusta la pintura de Cézanne o la arquitectura de Eiffel, pero pocos son los que les han visto en fotografía o retrato y conocen el aspecto que tienen; no deja de ser una curiosidad que forma parte de ellos y de sus obras. No es que hablemos de hacer sesiones de Oüija en los museos para “ver” a estos personajes ilustres, no, solo proponemos acompañar las colecciones con imágenes o representaciones de quienes tienen que ver con ellas, de una manera u otra. Los museos son espacios de historia e históricos, por lo que es seguro que hayan tenido visitas de postín y eso es algo que debemos contar también a nuestros visitantes. Estos son datos sobre el museo que pueden aportar material a sus exposiciones y que muchas veces no son aprovechadas.


Estas actividades están pensadas para museos cuya fundación es antigua y que por sus salas han podido desfilar personajes muy variados.; arqueólogos famosos de antaño a veces fueron sus fundadores y otras veces estudiaron sus fondos. También hay artistas que donaron sus obras o incluso fundaron el museo. Podemos crear personajes ficticios para apoyar una exposición, como es Charles Darwin, uno de los más populares, o Einstein, o cualquier otro, pudiéndose pensar también en la colocación de personajes anónimos, representativos de diversos sectores sociales o de opinión del lugar. Todos aquellos museos que puedan aportar candidatos de abolengo, rancio o no, deberían usarlos para reforzar el contenido de sus exposiciones aportando algo diferente.

Archivo EVE

Para hacer todo esto que proponemos, necesitaremos fotografías o representaciones pictóricas de cuerpo entero de los personajes que vayan a formar parte de la intervención. Naturalmente, estas imágenes deben ser tratadas de forma que podamos realizar ampliaciones a tamaño natural de los personajes, ya sabéis, formato 1:1. Las imágenes fotográficas deben ser pegadas sobre un soporte rígido, normalmente el policárbonato, una especie de plástico rígido de diferentes grosores que va muy bien, pero también podemos usar soportes menos rígidos, como es el caso del cartón pluma. Podemos añadir al montaje otro nivel de sofisticación que es que las figuras pegadas en los soportes sean en realidad marcadores para el uso realidad aumentada, es decir, que una vez apuntemos con nuestros smartphones o tabletas a la figura el programa del smartphone o la tablet dispare un vídeo o una interpretación tridimensional del personaje. En algunas ocasiones hemos utilizado hologramas, que son proyecciones audiovisuales sobre policarbonatos con un 90% de transparencia. Este sistema se está popularizando en los aeropuertos con la implantación de personal de tierra “virtual”.

Fox Character

Este tipo de intervenciones es necesario combinarlas con las salas permanentes de exposiciones de objetos, utilizando los pasillos, los halls de entrada e incluso algunas podrían ser sacadas a la calle. Hay que distribuirlas de forma que puedan configurar un guión, una especie de historia que tenga un principio y un final, como si se tratase de una película. Debe dar la sensación que los personajes nos acompañan a lo largo de la visita al museo, como colegas o compañeros de visita. Todo el proceso debe comenzar ya en la entrada del museo, donde los personajes nos invitarán a acceder con su compañía al interior. Aquí, la realidad aumentada es la solución ideal; no es cara, pero hay que trabajar mucho para montarlo todo con coherencia y que resulte creíble. Los personajes “recortados” pueden guardar secretos que debemos descubrir; para ello podemos usar maletines, bolsas, debajo de un sombrero en el personaje, una caja cuyo interior aloje un pequeño reproductor de voz que podemos activar con un sencillo pulsador o con sensores de presencia.


Si imaginamos una casa museo, puede tratarse del personaje que habitaba la casa o quien solía frecuentarla. Podemos imaginar a Frida Kalho, Pablo Neruda, Diego Rivera y Trotski acompañándonos por el recorrido de la Casa Azul, o discutiendo en una sobremesa. O pueden ser arqueólogos famosos del pasado que nos muestran un museo en el que se hallan piezas que ellos mismos estudiaron y quizás porque las encontraron; y artistas que nos explican como crearon sus obras. La efectividad de todas estas soluciones radica en las emociones que producen en el visitante, la complicidad que se pueda establecer en ese juego, donde puede haber fotos que se cuelguen en las redes sociales, disfraces colgados aquí y allá como son los trajes de época; lo apuntábamos en algún que otro artículo anterior, etcétera. Podemos organizar debates científicos, artísticos, políticos, ideológicos… Einstein discutiendo con Darwin, sería muy interesante asistir a ese debate.



fonte: @edisonmariotti #edisonmariotti Espacio Visual Europa (EVE)

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