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quinta-feira, 2 de julho de 2015

MUSEO: ¿QUE ES UNA COLECCIÓN? -- · en CULTURA, MUSEO,MUSEOGRAFÍA, MUSEOLOGÍA, OPINIÓN, PATRIMONIO. ·

Ayer, en los comentarios sobre la entrada que publicamos “Museo y Arquitectura”, decíamos que buscaremos la forma de dejar a un lado la didáctica y los tecnicismos al menos un día a la semana. Nos parece justo intentar conformar a todos, al menos eso, intentarlo, que no va a ser nada fácil. Sois muchos los que nos leéis estando relacionados con los museos de forma profesional, pero no queremos de manera alguna que los que nos leen buscando una chispa de emotividad finalmente se aburran y nos abandonen. Sería una pérdida tremenda y no nos queremos arriesgar a que ocurra. Además, nos encanta la idea de que haya personas que nos pidan eso, emociones. Pero eso será más adelante, hoy vamos a seguir con lo que resulta quizás un poco técnico, pero estamos convencidos de que este tipo de entradas son de valor para todos aquellos que sigáis pisando un museo de vez en cuando.

COLECCIÓN DEL MUSEO

s. f. Equivalente ing.: collection; fr.: collection; al.: Sammlung, Kollektion; it.: collezione, raccolta; port.: colecçāo (br.: coleçāo).

De manera general, una colección se puede definir como un conjunto de objetos materiales e inmateriales (obras, artefactos, mentefactos, especímenes, documentos, archivos, testimonios, etcétera) que un individuo o un establecimiento, estatal o privado, se han ocupado de reunir, clasificar, seleccionar y conservar en un contexto de seguridad para comunicarlo, por lo general, a un público más o menos amplio.

Exposición “Toros”, Museo de la Historia de Barcelona

Para constituir una verdadera colección es necesario que el agrupamiento de objetos forme un conjunto relativamente coherente y significativo. Es importante no confundir colección con fondos. Estos últimos, designan un acervo de documentos de todo tipo “reunidos automáticamente, creados y/o acumulados y utilizados por una persona física o por una familia en el ejercicio de sus actividades o de sus funciones” (Oficina Canadiense de Archivistas, 1992). En el caso de los fondos, contrariamente a una colección, no hay selección y pocas veces la intención de constituir un conjunto coherente.

Archivo EVE


Ya sea material o inmaterial, la colección figura en el corazón de las actividades del museo. “La misión de un museo es adquirir, valorizar y preservar sus colecciones con el fin de contribuir a la salvaguarda del patrimonio natural, cultural y científico” (Código de Deontología del ICOM, 2006). Sin indicarlo explícitamente, la definición de museo del ICOM permanece en esencia encuadrada en dicho principio, confirmando la antigua opinión de Louis Réau: “Se ha comprendido que los museos están hechos para las colecciones y que es necesario construirlos, por decirlo de alguna manera, desde adentro hacia afuera, modelando el continente sobre el contenido” (Réau, 1908). Esta concepción ya no corresponde a ciertos modelos de museo que no poseen colecciones o cuya colección no se sitúa en el centro de un proyecto científico. El concepto de colección figura igualmente entre los más difundidos del mundo de los museos, incluso si se ha privilegiado, como se verá más adelante, la noción de “objeto de museo”. Se enumerarán, entretanto, tres acepciones posibles del concepto, ya que éste varía esencialmente en función de otros dos factores: el carácter institucional de la colección por una parte y por la otra, la materialidad o no- materialidad de los soportes.



1. Siendo “colección” un término de uso común, se ha procurado distinguir la colección de museo de otros tipos de colecciones. De manera general (porque no es el caso de todos los establecimientos), la colección del museo se presenta como la fuente tanto como la finalidad de las actividades del mismo percibido como institución. De este modo, las colecciones pueden ser definidas como “los objetos de museo colectados, adquiridos y preservados en razón de su valor ejemplar, su valor de referencia o como objetos de importancia estética o educativa” (Burcaw, 1997). Se puede evocar el fenómeno museal como la institucionalización de la colección privada. Conviene señalar que el conservador o el personal del museo no son coleccionistas. No obstante, se debe reconocer que estos últimos mantienen desde siempre estrechos lazos con los conservadores. Normalmente, el museo debe seguir una política de adquisición – como subraya elICOM, que habla asimismo de política de colecciones – pues selecciona, compra, colecta, recibe. El verbo “coleccionar” es poco utilizado, pues está directamente unido al gesto del coleccionista privado así como a sus derivados (Baudrillard, 1968) – es decir, al coleccionismo y la acumulación. Desde esta perspectiva, la colección es concebida a la vez como fuente y como resultado de un programa científico que apunta a la adquisición y a la investigación a partir de testimonios materiales e inmateriales del individuo y de su medio ambiente. Este último criterio no permite hacer una distinción entre el museo y la colección privada, en la medida en que esta última también puede ser reunida con un propósito netamente científico, así como a veces puede suceder que el museo adquiera colecciones privadas desarrolladas con intenciones para nada científicas. Es entonces cuando el carácter institucional del museo prevalece a efectos de circunscribir el término. Según Jean Davallon, en el museo “los objetos son siempre elementos de sistemas o de categorías” (1992). Ahora bien, entre los sistemas que consolidan una colección, además del inventario escrito – que es la primera exigencia de una colección museal – otra obligación, no menor, es la adopción de un sistema de clasificación que permita describir – pero también encontrar rápidamente – cualquier ítem entre miles o millones de objetos (la taxonomía, por ejemplo, es la rama de la ciencia que clasifica los organismos vivos). Los usos modernos en materia de clasificación han sido ampliamente influidos por la informática, pero la documentación de las colecciones sigue siendo una actividad que requiere un saber específico riguroso, basado en la constitución de un thesaurus que describa los lazos entre las diversas categorías de objetos.



2. La definición de colección puede ser encarada desde una perspectiva más general que reúna a coleccionistas privados y museos, partiendo de su supuesta materialidad. La misma, desde el momento en que está constituida por objetos físicos como fue el caso, aún reciente, de la definición de museo del ICOM, está circunscripta por el lugar que la alberga. Krysztof Pomian se refiere a la colección como “todo conjunto de objetos naturales o artificiales, mantenidos temporaria o definitivamente fuera del circuito de las actividades económicas, sometidos a una protección especial en un lugar cerrado preparado a tal efecto y expuestos a la mirada” (Pomian, 1987). A partir de ese momento, Pomian define a la colección por su valor esencialmente simbólico, en la medida en que el objeto pierde su utilidad o su valor de intercambio para transformarse en portador de sentido (“semióforo” o portador de significación).



3. La evolución reciente del museo – y especialmente la toma de conciencia de la existencia del patrimonio inmaterial – pone en valor el carácter abarcador de la colección, haciendo aparecer nuevos desafíos. Colecciones inmateriales tales como costumbres, rituales o leyendas (en etnología), pero también espectáculos, gestos e instalaciones efímeras (en el arte contemporáneo) incitan a poner a punto nuevos dispositivos de adquisición. La sola materialidad de los objetos deviene a veces secundaria y la documentación del proceso de recolección – que encontramos desde hace largo tiempo en la etnología y en la arqueología – cambia de naturaleza para presentarse como la información determinante que acompaña a la investigación y también a los dispositivos de comunicación con el público. En síntesis, la colección del museo no sólo se considera pertinente cuando es definida en relación con la documentación que se le adjunta, sino también por los trabajos de investigación que la determinan. Esto lleva a concebir una acepción más amplia del término colección, considerada como reunión de objetos que conservan su individualidad y se agrupan de manera intencional según una lógica específica. Esa reunión de objetos engloba tanto a las colecciones de mondadientes reunidas por tal o cual maniático como a las colecciones tradicionales de los museos. Cada una de ellas constituye, por igual, un conjunto de testimonios, de recuerdos o de experiencias científicas.

Pasillo en un museo de arte, archivo EVE

FUENTE: @edisonmariotti #edisonmariotti  Espacio Visual Europa (EVE)
François Mairesse y André Desvallées para ICOM

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