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quinta-feira, 15 de maio de 2014

¿Deben los museos cuidar de sus usuarios?

¿Qué pensáis? Estoy segura de que la mayoría opina que “por supuesto que sí”. Que sería lo normal. Si los usuarios que van a un museo, salen descontentos del mismo, no volverán a ir fijo. Y si encima, hablan de la mala experiencia, utilizando el boca a boca, puede que familiares y amigos tampoco.

¿Y a qué viene esto? Recientemente, como mucho ya sabréis, nos hemos embarcado, junto con unos compañeros, en el emprendimiento cultural. Nuestra intención era ponernos en contacto con algunos museos de Valencia para crear sinergias, o lo que es lo mismo, realizar algún tipo de colaboración. En este tipo de colaboración, a mi me interesa el uso de los espacios museísticos para realizar talleres didácticos inspirándome en sus colecciones permanentes. Algunos museos, ya sea por falta de personal o recursos económicos, no pueden realizar una programación de talleres o actividades tanto como les gustaría, pero sí que disponen de espacio para poder realizarlos. He aquí la cuestión: ¿y por qué no ceder ese espacio durante un lapsus de tiempo a ciertas iniciativas, organismos, individuos o empresas culturales? Al final y al cabo, se trata de darle nuevos usos a los espacios museísticos, a la vez que crear colaboraciones con otros individuos. No es una idea tan descabellada, y lleva muchos años haciéndose, y con buenos resultados, si se me permite decir.


Museo l´Iber (Valencia)

Hace poco, he tenido los dos ejemplos. Uno bueno y otro malo. Y espero, sinceramente, que este último no se repita demasiado. Primero voy a empezar por el bueno. Es el caso del Museo de l´Iber de Valencia, más conocido como el museo de los soldaditos de plomo. Nos conocimos por Twitter durante la #MuseumWeek y pronto quedamos en hablar de estrechar colaboraciones futuras. Aunque es un museo que cuenta con pocos recursos económicos y humanos, y no es tan conocido como otros, no me deja de sorprender que a veces las ganas de crear y hacer cosas por parte de su personal, puede más que el resto de contras (falta de personal y recursos económicos). Quedamos con ellos y nos enseñaron todo el museo y estuvieron encantados de ofrecer su espacio museístico para poder realizar actividades y talleres didácticos en el mismo. Nos estuvieron contando que una manera de captar recursos para el mantenimiento del museo y otros menesteres era ese, la cesión de sus espacios (es un palacio renacentista precioso) para eventos como bodas, publicaciones de libros, mesas redondas, etc. Y aunque tienen muchas gracias de innovar y tener una amplia programación, a veces, no se puede. No por eso cierran los ojos (y las puertas) sino que están abiertos a colaborar y hacer del museo un lugar más social y participativo. Crear comunidad con programaciones diversas, ya sean suyas u de otros. Al fin y al cabo, el museo es un espacio para el disfrute de la sociedad y no para permanecer cerrado. Debo decir que el trato con el personal fue inmejorable ese día y también después, no sólo enseñándonos sus instalaciones, sino también ofreciéndonos material informativo del museo si nos hiciese falta. Nos fuimos con un agradable sabor de boca de allí. Ya enviadas las propuestas de los talleres didácticos, dentro de poco estaremos allí disfrutando de su personal, el museo y los que se apunten a los talleres. Y tenemos muchas ganas.


Museo de Bellas Artes de Valencia

Ahora viene la parte mala. Me puse en contacto vía e-mail con el Museo de Bellas Artes de Valencia. Un museo que ahora mismo, no está en su mejor momento. Desde desperfectos importantes en la fachada de su museo, hasta problemas con la directora del mismo. El problema es que esto se sabe y las noticias vuelan tanto en la prensa, como en las redes sociales. Pero volviendo al tema. Les mande un e-mail y les avise por su página de Facebook del mismo (por si acaso). Tres semanas después, y “sin noticias de Gurb”. No he recibido respuesta alguna. Les volví a enviar un mensaje a su Facebook contando lo decepcionada y la poca profesionalidad que han demostrado, ya que, aunque no quieran colaborar con nosotros, lo menos que pueden hacer es contestar el e-mail. Creo yo. ¿Vosotros no haríais lo mismo? El Museo de BB.AA. cuenta con unas grandes instalaciones y una colección de arte envidiable, pero no sé porque, si por la gestión, la difusión u otros problemas, no es tan conocida en Valencia y el resto de España como debería ser. Ante estos problemas que os he contado, ¿No creéis qué sería beneficioso contar con empresas u organismos que quisieran dar difusión a esta institución cultural haciendo uso de la misma? Siempre se dice que hay que fomentar la cultura, el turismo, la educación patrimonial en los más pequeños… pero ¿Cómo hacer esto posible, si desde las propias instituciones culturales se niegan a contestarte un simple e-mail y te cierran las puertas? ¿Qué hacemos entonces?…

Por suerte, no todos los museos son iguales. Y es que hay museos – para mal – y MUSEOS – para bien-. Y menos mal. Ante el último ejemplo que os he contado, sólo puedo pensar que el Museo de BB.AA. de Valencia no se preocupa por sus usuarios o futuros visitantes. Si no son capaces de contestar un e-mail, ¿serán capaces de gestionar a su público de manera adecuada? ¿A los qué escriben reclamaciones? ¿A los investigadores que necesitan información sobre su colección? ¿O a otros usuarios con otros problemas o necesidades? Desde luego mi decepción ha sido grande. Y su falta de profesionalidad también. Hay quien me ha dicho por Twitter que no debería sorprenderme. Que eso es así. Pero sí que me sorprende, ya que un museo es un espacio no sólo para conservar las obras de arte u otros bienes patrimoniales, sino también para atender a los visitantes y cubrir sus necesidades. ¿No se supone que los museos deben ser espacios sociales y no espacios de veneración y culto? ¿Estamos en un museo del s.XXI o aún en pleno s.XIX? Un museo debe atender a su comunidad, integrarla dentro de sus recursos disponibles, de la mejor manera posible y sobre todo, contestar a los mismos ya sea vía e-mail, Facebook, Twitter u otras redes sociales.

Si lo que quieren es un museo donde no les moleste la gente, que cierren sus puertas. Pues ahora más que nunca, los usuarios quieren participar en las instituciones culturales activamente, y no sólo callar y mirar. Esto ya no debería existir. Los museos deben convertirse en espacios de aprendizaje y debate. Museos para estar. Y no museos a los que no entras por miedo a que te regañen, no puedas hablar o en los que no te atiendan. Sólo espero que este caso sea puntual, ya que si no es así, mucho me temo que no habremos avanzado tanto como me gustaría, y sólo podré ver con cierta envidia, como en países como Inglaterra, Francia, EE.UU… se preocupan más y más por integrar a la sociedad y crear comunidad. Hacerles participes de cada momento que se vive allí. Convertir el museo, en una segunda casa. En una casa donde la cultura y la sociedad van cogidas de la mano, creando algo único y colaborando. Tal vez dentro de unos años…. Tal vez nunca… Tal vez en nuestros sueños.

fonte:http://gestionandolaculturacritica.wordpress.com/2014/05/15/deben-los-museos-cuidar-de-sus-usuarios/ @edisonmariotti - #edisonmariotti #mais60melhoridade

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