Entre todas las fronteras africanas trazadas al azar, el caso de Senegal y Gambia quizá sea el más curioso. Una mirada rápida al mapa obliga a plantearse por qué esas dos naciones están así, como una astilla anglófona clavada en un inmenso costado de tierra francófona. Ambos países están unidos por muchas cosas, más de las que a sus ciudadanos les gusta admitir. El wolof, la principal lengua en ambos, y las playas de arena, que abrazan el Atlántico con sonrientes bahías, se encogen de hombros ante la idea de una frontera establecida por el hombre.
Mientras que, por un lado, las identidades nacionales están claramente definidas y, a menudo, se oponen ferozmente; por otro, antiguas civilizaciones se extendieron por estos territorios, uniendo a sus pueblos. A ambos lados de la frontera entre Senegal y Gambia, los griots (trovadores de África occidental) invitarán al viajero a escuchar sus narraciones épicas sobre las proezas del héroe del s. XIII Soundiata Keïta y las batallas históricas del Imperio de Kaabu, acompañando su poesía del sonido de una kora (arpa-laúd). En los locales nocturnos de Dakar y Banjul la gente contornea sensualmente sus caderas al ritmo del mbalax, mientras los cantos de devotos musulmanes sobrecogen la noche. ¿Sonidos contradictorios? En Senegal y Gambia, no. Aquí la cultura está formada por un mosaico de atractivas paradojas, la lógica se escurre entre los dedos como la arena fina y la realidad desafía tenazmente a la razón. Cuando la gente se mueve por las ciudades parece como si estuvieran realizando un viaje a través del tiempo y el espacio. Un hombre de negocios puede cambiar su traje de diseño por un ondeante boubou y arrodillarse en medio de la calle para ofrecer su oración del viernes. Uno se encuentra a combativas feministas dentro de matrimonios polígamos en los que han esculpido nichos de asombrosa libertad. E incluso los más firmes defensores de la lógica pueden llevar amuletos protectores en secreto, como copias de seguridad para posibles cortes de energía de la razón.
Veamos que nos ofrece Gambia si queremos visitar museos en su territorio…
Museo Nacional de Gambia | Banjul
El Museo Nacional de Gambia (Centro de Cultura y Artes), abrió sus puertas en 1985, quince años después de que se estableciera la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Gambia, en 1979 pues. Seguidamente a su creación, se constituyó el Acta Nacional de Monumentos y Reliquias de Gambia, que sentó las bases para la creación del museo nacional. El objetivo primordial del museo es preservar sus colecciones y documentar exhaustivamente todas las piezas relacionadas con la cultura de Gambia, así como informar a los visitantes sobre el país y su historia. El museo dispone de tres pisos con exposiciones permanentes. En el primer piso se expone todo lo relacionado con la cultura musical de Gambia, con muestra de instrumentos populares de todo el pequeño país y de sus famosos trovadores ambulantes. En el segundo piso se muestra aquello relacionado con la arqueología y también se exponen objetos relacionados con la independencia y su pasado colonial. El museo también ha programado iniciativas de orden educativo para los colegios fundamentalmente, y mantiene su constante promoción y difusión con el objetivo de atraer a un mayor número de visitantes extranjeros.
Museo de Arte Africano | Banjul
Parece el decorado de un cuento de hadas convertido en museo, con un café y un jardín de orquídeas. El museo que han denominado African Living Arts Centre, es el centro de la actividad artística de Gambia. Es un lugar que alberga, además de exposiciones de arte, reuniones de artistas, workshops, charlas y presentaciones de artistas nacionales y extranjeros. Le da mucha vida a la escena cultural del país. Se puede pedir agenda para conocer artistas locales y hablar con ellos sobre su trabajo artístico, un fantástico planteamiento que debería hacerse más en este tipo de museos, sobre todo en occidente. El museo propicia intercambios creativos con otros países. También puedes ir a disfrutar de un fantástico café o de una copa en el bar del museo, acompañado por maravillosas orquídeas del jardín. También venden piezas artísticas de todo tipo, incluidas las coloridas máscaras.
Museo de Kachikally y Piscina de Cocodrilos | Bakau
Un lugar muy interesante sobre todo en lo que está relacionado con la mezcla de concepto de museo y su piscina de cocodrilos. La piscina es una de las tres que existen en el país y que en realidad sirven para hacer rituales sagrados para la fertilidad, además de acoger a todo el visitante despistado que caiga por allí. Las otras dos están en Folonko y Berending. El museo con piscina de saurios pertenece a la familia Bojang, una de las familias fundadoras de la villa y propietaria también de casi toda la tierra de la zona. El museo expone un pequeña muestra de objetos relacionados con la cultura popular. En la piscina se puede ver hasta 80 cocodrilos del Nilo, que pueden llegar a medir hasta casi 5 metros de longitud. Tienen una vida tan longeva como la de cualquiera de nosotros. Lo curioso que también se puede ver allí son los cocodrilos albinos, únicos en todo el continente africano. El más famoso de todos ellos es Charlie, muy amistoso con sus compañeros y con los visitantes; se le puede acariciar.
Museo de la Villa de Tanjé | Tanjé
El museo dice de sí mismo que es el primero de carácter privado de Gambia. Presenta colecciones de objetos etnográficos y de historia natural del país. Se fundó en 1997 para difundir y preservar la cultural popular de Gambia, que se está viendo rápidamente sometida por la influencia occidental. En realidad se trata de un museo al aire libre de unos 20.000 metros cuadrados (pequeño no es). También el museo ofrece al visitante una muestra de 60 diferentes especies de plantas. En la exposición interior se pueden observar especímenes de pájaros y peces. También tienen alguna que otra serpiente que según ellos es el mejor repelente de insectos que existe. Todo el conjunto expone característica etnográficas de 5 tribus distintas del país. Se organizan talleres para todos aquellos que quieran participar, sobre pintura, herrería, uso de utensilios autóctonos, etcétera.
Y esto es lo que nos puede ofrecer Gambia en cuanto a museos se refiere. Aun no tenemos claro, no hemos decidido, si la semana que viene haremos un Agendas Mundi al uso o, por el contrario, sacaremos de la jaula nuestra opinión sobre lo que está ocurriendo principalmente en el contexto cultural de España, pensando principalmente en lo que se puede decidir o no el próximo día 20 de diciembre en las urnas. Se nos llena la cabeza de ideas y la boca de palabras. No nos podemos callar.
Vamos compartilhar.
Mientras que, por un lado, las identidades nacionales están claramente definidas y, a menudo, se oponen ferozmente; por otro, antiguas civilizaciones se extendieron por estos territorios, uniendo a sus pueblos. A ambos lados de la frontera entre Senegal y Gambia, los griots (trovadores de África occidental) invitarán al viajero a escuchar sus narraciones épicas sobre las proezas del héroe del s. XIII Soundiata Keïta y las batallas históricas del Imperio de Kaabu, acompañando su poesía del sonido de una kora (arpa-laúd). En los locales nocturnos de Dakar y Banjul la gente contornea sensualmente sus caderas al ritmo del mbalax, mientras los cantos de devotos musulmanes sobrecogen la noche. ¿Sonidos contradictorios? En Senegal y Gambia, no. Aquí la cultura está formada por un mosaico de atractivas paradojas, la lógica se escurre entre los dedos como la arena fina y la realidad desafía tenazmente a la razón. Cuando la gente se mueve por las ciudades parece como si estuvieran realizando un viaje a través del tiempo y el espacio. Un hombre de negocios puede cambiar su traje de diseño por un ondeante boubou y arrodillarse en medio de la calle para ofrecer su oración del viernes. Uno se encuentra a combativas feministas dentro de matrimonios polígamos en los que han esculpido nichos de asombrosa libertad. E incluso los más firmes defensores de la lógica pueden llevar amuletos protectores en secreto, como copias de seguridad para posibles cortes de energía de la razón.
Veamos que nos ofrece Gambia si queremos visitar museos en su territorio…
Museo Nacional de Gambia | Banjul
El Museo Nacional de Gambia (Centro de Cultura y Artes), abrió sus puertas en 1985, quince años después de que se estableciera la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Gambia, en 1979 pues. Seguidamente a su creación, se constituyó el Acta Nacional de Monumentos y Reliquias de Gambia, que sentó las bases para la creación del museo nacional. El objetivo primordial del museo es preservar sus colecciones y documentar exhaustivamente todas las piezas relacionadas con la cultura de Gambia, así como informar a los visitantes sobre el país y su historia. El museo dispone de tres pisos con exposiciones permanentes. En el primer piso se expone todo lo relacionado con la cultura musical de Gambia, con muestra de instrumentos populares de todo el pequeño país y de sus famosos trovadores ambulantes. En el segundo piso se muestra aquello relacionado con la arqueología y también se exponen objetos relacionados con la independencia y su pasado colonial. El museo también ha programado iniciativas de orden educativo para los colegios fundamentalmente, y mantiene su constante promoción y difusión con el objetivo de atraer a un mayor número de visitantes extranjeros.
Museo de Arte Africano | Banjul
Parece el decorado de un cuento de hadas convertido en museo, con un café y un jardín de orquídeas. El museo que han denominado African Living Arts Centre, es el centro de la actividad artística de Gambia. Es un lugar que alberga, además de exposiciones de arte, reuniones de artistas, workshops, charlas y presentaciones de artistas nacionales y extranjeros. Le da mucha vida a la escena cultural del país. Se puede pedir agenda para conocer artistas locales y hablar con ellos sobre su trabajo artístico, un fantástico planteamiento que debería hacerse más en este tipo de museos, sobre todo en occidente. El museo propicia intercambios creativos con otros países. También puedes ir a disfrutar de un fantástico café o de una copa en el bar del museo, acompañado por maravillosas orquídeas del jardín. También venden piezas artísticas de todo tipo, incluidas las coloridas máscaras.
Museo de Kachikally y Piscina de Cocodrilos | Bakau
Un lugar muy interesante sobre todo en lo que está relacionado con la mezcla de concepto de museo y su piscina de cocodrilos. La piscina es una de las tres que existen en el país y que en realidad sirven para hacer rituales sagrados para la fertilidad, además de acoger a todo el visitante despistado que caiga por allí. Las otras dos están en Folonko y Berending. El museo con piscina de saurios pertenece a la familia Bojang, una de las familias fundadoras de la villa y propietaria también de casi toda la tierra de la zona. El museo expone un pequeña muestra de objetos relacionados con la cultura popular. En la piscina se puede ver hasta 80 cocodrilos del Nilo, que pueden llegar a medir hasta casi 5 metros de longitud. Tienen una vida tan longeva como la de cualquiera de nosotros. Lo curioso que también se puede ver allí son los cocodrilos albinos, únicos en todo el continente africano. El más famoso de todos ellos es Charlie, muy amistoso con sus compañeros y con los visitantes; se le puede acariciar.
Museo de la Villa de Tanjé | Tanjé
El museo dice de sí mismo que es el primero de carácter privado de Gambia. Presenta colecciones de objetos etnográficos y de historia natural del país. Se fundó en 1997 para difundir y preservar la cultural popular de Gambia, que se está viendo rápidamente sometida por la influencia occidental. En realidad se trata de un museo al aire libre de unos 20.000 metros cuadrados (pequeño no es). También el museo ofrece al visitante una muestra de 60 diferentes especies de plantas. En la exposición interior se pueden observar especímenes de pájaros y peces. También tienen alguna que otra serpiente que según ellos es el mejor repelente de insectos que existe. Todo el conjunto expone característica etnográficas de 5 tribus distintas del país. Se organizan talleres para todos aquellos que quieran participar, sobre pintura, herrería, uso de utensilios autóctonos, etcétera.
Y esto es lo que nos puede ofrecer Gambia en cuanto a museos se refiere. Aun no tenemos claro, no hemos decidido, si la semana que viene haremos un Agendas Mundi al uso o, por el contrario, sacaremos de la jaula nuestra opinión sobre lo que está ocurriendo principalmente en el contexto cultural de España, pensando principalmente en lo que se puede decidir o no el próximo día 20 de diciembre en las urnas. Se nos llena la cabeza de ideas y la boca de palabras. No nos podemos callar.
Cultura e conhecimento são ingredientes essenciais para a sociedade.
Vamos compartilhar.
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