El límite de cada área de influencia de uno y otro, pero sigue habiendo nieblas, por lo que vamos a explicarlo todo de nuevo de una manera diferente para no cansar, y así podremos entendernos también entre nosotros mucho mejor en el futuro. Vamos a ello, a ver si nos sale.
La materia gris que gestiona, administra, define contenidos y planifica el museo, es responsabilidad de los museólogos, el genio creativo es otra cosa
El término museología se comenzó a usar con regularidad desde hace 20 años más o menos. Un poco después – no mucho más tarde -, apareció el términomuseografía. La museología es una ciencia humana, que abarca todos los estudios teóricos y conceptuales sobre lo que es un museo, como se debe organizar y gestionar. El término museografía se aplica a la disciplina profesional y técnica que tiene que ver con la ejecución del proyecto museológico. ¿Dudas? Bueno, por si esto fuera poco ahora vamos a introducir un término nuevo para acabar de liarlo todo: la expografía.
Alrededor del trabajo en los museos se dan términos confusos. Con la evolución y la modernización de las áreas de influencia profesional se crean más términos que lo complican todo aun más si cabe
Expografía es una denominación que proviene del mundo anglosajón, mucho más pragmático que el latino. Se refiere solo y exclusivamente a la proyección creativa de las exposiciones, dentro y fuera de los museos – fuera sería lo relacionado con las exposiciones itinerantes y/o exteriores -. Aquello que se muestra al público con el objetivo de transferir didácticamente contenidos al público visitante. Se ocupa de una de las funciones prioritarias en los museos: exponer contenido. La evolución en la especialización de las competencias profesionales relacionadas con los museos ha sido enorme en estos últimos años. Dejando al margen a los teóricos de los museos, los museólogos, solo el campo de la museografía está conociendo cambios exponenciales. Actualmente, nos encontramos con museógrafos especialistas en iluminación, conservación, interacción, tecnología de la comunicación, apps, realidad aumentada, dioramas, domótica para museos, etc. Parece ser que vamos camino de lo que ha ocurrido con otras muchas profesiones, se demanda especialización. Se trata de ofrecer al visitante del museo la manera en la que espera, desea, pretende, quiere recibir el contenido. A este salto cualitativo en la dedicación profesional de un museógrafo, ahora cada uno en su especialización, genéricamente, lo denominaremos expografia. A todo esto, si queréis que lo llamemos así como hacen nuestros colegas angloparlantes, por supuesto. Si es que no, nos olvidamos.
Quizá haya que hacer solo una diferenciación: expógrafos dedicados a diseñar macro proyectos hiper-modernos y museógrafos dedicados al museo local de toda la vida
Para algunos especialistas, esta denominación hace justicia a la buena definición de las cosas. Estos denominadores se refieren a ese ámbito profesional nuevo que abarcaría también lo que denominamos la arquitectura efímera. Pero en realidad – intentemos simplificar -, las competencias de la expografía las podríamos listar de la siguiente manera:
· Mostrar contenidos museísticos con soporte tecnológico.
· Proyectar espacios creados para la escenificación y el sonido: música, opera, teatro, tv, cine, etc.
· Construir-generar experiencias museográficas en entornos exteriores al museo: flashmobs, happenings, folies, etc.
· Planificar eventos y protocolo relacionados con los museos
· Otras nuevas áreas que se están creando en estos momentos…
Una museografía moderna debe responder a la posibilidad de generar experiencias sensoriales para todos los públicos. Esta forma de proyectar con “sofisticación museógrafica” da lugar a especialidades dentro de la profesión que no responden exactamente al cometido de un museógrafo, pero se acercan
Nos hemos visto inmersos en áreas expositivas totalmente distintas a las tradicionales. El mundo comercial (tiendas de museos), paisajista (entorno del museo), el mundo “virtual” (interacciones electrónicas, domóticas, soportes digitales de comunicación…). Es a donde nos ha conducido éste proceso continuo de investigación que lo que pretende es que la museografía evolucione al mismo ritmo que lo hace la sociedad. El ciudadano de hoy – y no digamos los niños -, reclaman museos modernos con experiencias diferentes, diferentes y divertidas. Demandan cambios en la cultura del ocio. La cultura debe estar acompañada de evasión, si pretendemos hacer labor didáctica desde los museos. No queda otra salvo los cierres, que los está habiendo. Eso requiere mucho conocimiento y, sobre todo, que haya cohesión entre los profesionales que deben generar estas experiencias, expógrafos incluidos. El tema del dinero lo dejamos para otro día.
La experiencia museística debe evolucionar para ofrecer experiencias que se mantengan en el rango del ocio didáctico, de no ser así, el público perderá todo interés por visitar museos
Que paséis unos felices días de ocio y, si lo hacéis visitando museos, mucho mejor. Felices vacaciones.
fonte:
http://evemuseografia.com/2014/04/17/expografia-mas-complicado-todavia/
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