“¡Me encantan los seres humanos…
Es a la gente a la que no entiendo”.
Es a la gente a la que no entiendo”.
Nos vais a permitir que acudamos a los datos del Ministerio de Cultura de España para aproximarnos al perfil del visitante del museo, aunque nosotros siempre seremos cautos con los datos sobre cultura que aporta este gobierno (con pinzas). Ya sabemos que la cultura no es lo suyo, pero son datos oficiales, no hay otros, y nos tendrán que valer esta vez y sin que sirva de precedente. Lo que es una verdad como una casa, es que los visitantes son la razón de ser de los museos. No hay visitantes, no hay museos, algo obvio. Un museo que recibe un número de visitantes de mayor a menor, se aproximará al abismo del olvido según los números. Usaremos datos que pueden ser aplicables a muchos otros países, no solo a este.
Trazaremos una primera segmentación de visitantes de museos en tres grupos: los no visitantes, los visitantes ocasionales y los visitantes habituales. Los primeros nunca han pisto los pies en un museo o en un atractivo patrimonial. Los visitantes ocasionales son aquellos que visitan una vez al año estos equipamientos culturales. Por último, los visitantes habituales son las personas que acuden a ellos varias veces al año. Los dos primeros grupos serían visitantes potenciales, y los habituales son el público real. Al los dos primeros grupos hay que captarlos, y al tercero fidelizarlo.
Acudamos a los indicadores oficiales para ahondar en la realidad del público relacionado con los museos. Son datos que desbaratan de alguna manera la idea preconcebida que tenemos sobre los visitantes a equipamientos culturales. Según la Encuesta de hábitos y prácticas culturales de España 2010-2011 (los datos disponibles son esos y de ese periodo), más de un 30% de la población total española visitó el último año museos y monumentos, concretamente un 30,6% y un 39,5%, respectivamente, siendo minoritarios los que dedicaron su tiempo libre a visitar exposiciones (un 25,7%) y yacimientos arqueológicos (un 13,9%). Son datos del ministerio.
Hablando de museos y resumiendo los datos que disponemos, el espectro de edad que más visita los museos se sitúa entre los 15 y 19 años y entre 25 y 44 años. Es decir, la idea de que los visitantes son mayoritariamente menos de 15 años (colegios) y mayores de 65 años, es falsa. Las personas con estudios universitarios son las que más visitan los museos, a mayor nivel de formación, mayor interés por los equipamientos culturales. Repasando el estudio Conociendo a los visitantes. Estudio del público de los museos del ministerio, decir que el 81% de visitantes en los museos, lo hacen de forma individual, siendo un 13,4% de grupos escolares y un 5,6% ornando parte de un grupo organizado. La imagen de los museos atestados de grupos de escolares es un espejismo en realidad.
El potencial que tienen los museos como herramientas educativas, facilita que los estudiantes sean un público fundamental en el conglomerado global del visitante tipo. Este es un perfil que el museo debe cuidar especialmente, ofreciéndole actividades creadas expresamente para él. Hay museos que muestran esa vocación didáctica fundamental en un museo, pero son aun muy pocos. Otro perfil al que apunta el museo es del turista, vista pantalones tipo pirata y chanclas o no, eso da igual. Es el recurso que podemos denominar turismo cultural, cuyo objetivo es el turista. Los museos que quieran captar este tipo de visitante deben adaptar la información disponible a varios idiomas, incluidos los nacionales. ¿Cómo se hace eso? Todo apunta al uso de apps para los telefonitos. El visitante ocasional y el no visitante tienen un perfil complicado como sector potencial de captación por parte de los museos. Este grupo está integrado por los que ni están y no se espera que estén relacionados con la cultura. Nosotros lo lamentamos profundamente, pero la telebasura, los centros comerciales y el fútbol (“¡oye, que a mi me gusta el fútbol y también visito museos! Que sí hombre, que si; ya hombre, ya…”), entre otros productos dirigidos a este sector de la población, ganan por goleada en la oferta de ocio ciudadano. Este sector de la población, mayoritario por otra parte y siendo realistas, nunca pondrán un pie en un museo por mucho que nos empeñemos. No hay nada que hacer respecto a eso. Es una verdadera lástima.
Sobre los visitantes ocasionales, que seamos capaces de captarlos definitivamente y fidelizarlos, dependerá de lo que los museos puedan ofrecer, contenidos de calidad, amenos, y que los esfuerzos en comunicación lleguen donde tienen que llegar. Pero deben ser estrategias de comunicación serias y profesionales, si el presupuesto lo permite, y si no, es mejor no hacer nada y confiar en el boca-oreja y en los foros de opinión viral.
Fuente fotografías: The Academy NY
fontee @edisonmariotti #edisonmariotti Espacio Visual Europa (EVE)
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