“No existe la estabilidad social
si no hay estabilidad individual”.
Aldoux Huxley
Desde el año 1974, que ya ha llovido, con la declaración de Santiago de Chile de la International Council of Museums (ICOM), el concepto de museo que fue definido allí es el siguiente: “una institución al servicio de la comunidad y de su desarrollo”. El museo es por tanto un activo social contribuyendo a la evolución de la sociedad en aspectos como son la cultura, la ciencia, el turismo y el desarrollo económico.
La función básica del museo es situar a los visitantes dentro de su mundo para que tomen conciencia de su problemática como individuo integrante de la sociedad. Es un concepto que no se aísla de algunos planteamientos museísticos nuevos o especializados, considerando que esta idea dibuja un camino si cabe más racional y lógico para llegar finalmente a la meta del desarrollo y evolución de los museos como entidades al servicio de la sociedad. El museo debe ser siempre un instrumento al servicio de la comunidad. Si el museo se compromete con la sociedad, debe programar las estrategias necesarias para atraer a los visitantes potenciales, sea cual sea su origen, nivel socio-económico o cultural. Este es un hecho que se ha convertido en el lema de los museos que defienden por encima de todo su responsabilidad en la colaboración para la educación de la sociedad, además de ser herramientas para la inclusión social y para humanizar, si cabe, a la comunidad.
Archivo EVE
Como decíamos en la entrada de ayer, las tendencias de los grandes museos en su relación con la sociedad, es defender sus políticas económicas por encima de todo, evolucionando cada vez más en este sentido hasta convertirse en corporaciones para una élite. Los grandes museos se alejan de la sociedad y los museos locales corren el peligro de extinción total. La sociedad no se ve cercana a las grandes instituciones-corporaciones, así la sociedad no se integrará como comunidad del museo, no se apoyará en el museo para aprender más cosas, para ser mejores personas. Si alguien nos dice que se siente perfectamente integrado en la “sociedad Guggenheim”, por poner un ejemplo, que nos escriba por favor y nos lo cuente. Los museos no deben convertirse en islas autárquicas alejadas de las personas, no deben obsesionarse reafirmando su altísimo pedestal inamovible.
Pensamos en la comunidad y observamos que lo común, lo cercano, tiene más peso sobre la difusión y conocimiento del patrimonio cultural que cualquier otra iniciativa, lo cercano funciona, sin aspavientos. Este modelo cercano de museo debe promoverse desde la administración central en colaboración con entidades colaboradoras que aseguren la viabilidad del proyecto museístico. No estamos inventando nada nuevo; en Estados Unidos o en Inglaterra los museos trabajan con la sociedad desde hace décadas, evolucionando juntos. Muchos museos norteamericanos se financian con aportaciones privadas (y que desgravan impuestos) que van desde una pequeña aportación del ciudadano de a pie, a una sustanciosa aportación de una corporación industrial (y que desgrava impuestos), contribuyendo todos en la medida de sus posibilidades, permitiendo que la institución sea “suya”, sea social. También se ponen en marcha todo tipo de iniciativas para conseguir fondos, como puede ser la edición de una revista para su comunidad, venta de merchandising y hasta la organización de mercadillos. Y que no se entienda esta forma de mantener a los museos como “paternalismo” cultural. De esta forma, la sociedad acaba por sentir la institución como algo propio, un servicio público, algo que hay que defender porque es patrimonio de su comunidad, como aportación al bien universal social. El museo en realidad no debe “pertenecer a nadie”, es un bien de todos, no debe estar al servicio de un grupo ideológico, económico, corporativo o de una clase social determinada, debe tener una marcada función social. No hay otra.
El museo, como lo entendemos nosotros, se marca como objetivo acercarse a toda la sociedad que tiene voz para crear una vinculación estable con ella, estableciendo y difundiendo valores humanos, mejorando el status quo cultural y emocional de la sociedad. Siempre decimos lo mismo, somos muy pesados, pero es que creemos en ello totalmente, a pie juntillas, los museos deben conseguir que una vez que salgamos de ellos nos hayamos convertido en mejores personas. La cultura es el único camino hacia la paz y la libertad y alguien debe dar el primer paso para que no siga siendo esto solo una frase chula.
fonte: @edisonmariotti #edisonmariotti
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