La magia y la ensoñación se producen y son vividas cuando existe una bella historia que contar. La clave de que sea bella está, ya no solo en el contenido de la propia historia, sino en la forma como la vamos a narrar. En el proyecto de museo partimos de la idea de que necesitaremos contar una historia, o la historia propiamente dicha, utilizando una narrativa universal. Nosotros entendemos universal a todo aquello que responde a un modo de comunicar entendido por la mayor parte de las personas posible: niños y niñas, jóvenes, hombres, mujeres, turistas, especialistas, extraterrestres, etcétera. La narrativa en el museo engloba varias formas de expresión de una idea. Puede escucharse una simple voz, o podemos utilizar música, proyectamos o emitimos imagen, trasladamos a los visitantes a escenarios sugestivos y sugerentes… Todas estas formas de comunicación serán finalmente las que comuniquen la bella historia de la verdad.
“La luz define lo que importa”, OOSS
La idea de concebir un proyecto donde se pueda conjugar todo el potencial creativo que surge de la experiencia acumulada durante muchos años de trabajo intenso, lo suficientemente flexible y abierto a la generación de ideas nuevas, inmerso en toda la emoción posible, donde confluyan las posiciones de los visitantes con los lenguajes expresivos más atractivos y variados, es una constante en todos nuestros laboratorios museográficos. Uno de estos lenguajes expresivos lo denominamos “Teatro Negro”. Este tipo de teatro es una representación escénica muy plástica y sugerente, llena de vitalidad y poesía, con tiempos muy bien desarrollados y una intriga que atrapaba desde el principio al fin. Es puro teatro trasladado al museo; lo mencionamos porque acabamos de acordamos de esta herramienta museográfica con un extraordinario poder de expresión emocional.
La idea de concebir un proyecto donde se pueda conjugar todo el potencial creativo que surge de la experiencia acumulada durante muchos años de trabajo intenso, lo suficientemente flexible y abierto a la generación de ideas nuevas, inmerso en toda la emoción posible, donde confluyan las posiciones de los visitantes con los lenguajes expresivos más atractivos y variados, es una constante en todos nuestros laboratorios museográficos. Uno de estos lenguajes expresivos lo denominamos “Teatro Negro”. Este tipo de teatro es una representación escénica muy plástica y sugerente, llena de vitalidad y poesía, con tiempos muy bien desarrollados y una intriga que atrapaba desde el principio al fin. Es puro teatro trasladado al museo; lo mencionamos porque acabamos de acordamos de esta herramienta museográfica con un extraordinario poder de expresión emocional.
“Diorama de Charles Dickens”, de Simon Costin
El Teatro Negro es una forma de contar una historia con recursos invisibles, es decir, sin que se vean los mecanismos de acción permitiendo al espectador involucrarse para construir el mundo escenificado a su medida. Los resultados de esta forma de narrativa han abierto la puerta a procedimientos de gran calidad y de una importante amplitud de recursos, elaborados con presupuestos reducidos (el deseo de todo proyecto expositivo), demostraciones con una fuerte carga emocional en los planteamientos que enriquecen el mundo de la exposición en el museo. Este ejercicio abre la puerta a posibilidades inexploradas, en donde se pueden emplear todas las habilidades para el desarrollo de una narración histórica, científica o técnica.
El Teatro Negro es una forma de contar una historia con recursos invisibles, es decir, sin que se vean los mecanismos de acción permitiendo al espectador involucrarse para construir el mundo escenificado a su medida. Los resultados de esta forma de narrativa han abierto la puerta a procedimientos de gran calidad y de una importante amplitud de recursos, elaborados con presupuestos reducidos (el deseo de todo proyecto expositivo), demostraciones con una fuerte carga emocional en los planteamientos que enriquecen el mundo de la exposición en el museo. Este ejercicio abre la puerta a posibilidades inexploradas, en donde se pueden emplear todas las habilidades para el desarrollo de una narración histórica, científica o técnica.
“No way out”, SVBRZ
La exposición en el museo deberá ser la puerta por la que accederemos a nuestros sentidos y emociones permitiendo el descubrimiento de múltiples mensajes a través de los recuerdos, de la nostalgia y de lo espiritual. En definitiva, estamos hablando de crear magia.
La exposición en el museo deberá ser la puerta por la que accederemos a nuestros sentidos y emociones permitiendo el descubrimiento de múltiples mensajes a través de los recuerdos, de la nostalgia y de lo espiritual. En definitiva, estamos hablando de crear magia.
Archivo EVE
Una exposición es poetizar el espacio, sublimar una historia que está bien narrada, embellecer la experiencia del descubrimiento en el saber. Una experiencia única que podríamos compara con un beso; un lugar que huele a cueva dónde se esconde una maravilloso tesoro; un lugar donde oímos el sonido que produce la arena de las dunas que se transforman con el viento; un lugar que nos empujará a sentir que estamos vivos, que la vida, a pesar de todas las dificultades que nos está tocando vivir, es bonita y que merece la pena ser vivida.
Una exposición es poetizar el espacio, sublimar una historia que está bien narrada, embellecer la experiencia del descubrimiento en el saber. Una experiencia única que podríamos compara con un beso; un lugar que huele a cueva dónde se esconde una maravilloso tesoro; un lugar donde oímos el sonido que produce la arena de las dunas que se transforman con el viento; un lugar que nos empujará a sentir que estamos vivos, que la vida, a pesar de todas las dificultades que nos está tocando vivir, es bonita y que merece la pena ser vivida.
Best Awards New Zealand
Una exposición en el museo debe aunar sobre sí misma todo lo que un «teatro negro» puede aportar, sin importarnos que los visitantes puedan descubrir los mecanismos de producción entre bambalinas, porque lo verdaderamente importante es crear en sus espíritus nuevos mundos. No importa la corrección, ni la repercusión en las estadísticas de las visitas al museo, no importan las críticas, ni los silencios, lo que de verdad importa es el convencimiento de que el mundo entero puede cambiarse solamente con la fuerza de una bella historia.
Fotografía principal y para redes sociales: Best Awards New Zealand
Una exposición en el museo debe aunar sobre sí misma todo lo que un «teatro negro» puede aportar, sin importarnos que los visitantes puedan descubrir los mecanismos de producción entre bambalinas, porque lo verdaderamente importante es crear en sus espíritus nuevos mundos. No importa la corrección, ni la repercusión en las estadísticas de las visitas al museo, no importan las críticas, ni los silencios, lo que de verdad importa es el convencimiento de que el mundo entero puede cambiarse solamente con la fuerza de una bella historia.
Fotografía principal y para redes sociales: Best Awards New Zealand
fonte: @edisonmariotti #edisonmariotti Espacio Visual Europa (EVE)
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