Ayer hablábamos del medio audiovisual, del juego de imágenes y narración, la película de la exposición que se puede construir en su desarrollo de diferentes maneras. Los efectos visuales, la inclusión de imágenes virtuales, la dramatización o teatralización con personajes, y/o cualquier otra solución que consideremos de valor para alcanzar el objetivo de difusión de las ideas con sencillez, el fin didáctico, es decir, expresar con claridad el mensaje, comunicar las ideas universalmente.
Praia de Belas
En el tipo de narración cinematográfica (vídeo) para el museo, igual que en el conjunto de la exposición lo que nos debe preocupar, por encima de cualquier otra apreciación, es que la secuencia narrativa sea coherente, lógica y que tenga consistencia, que no haya ruidos en su comprensión.
Hipoglos
No pensemos que las imágenes tienen un significado propio e independiente por si mismas – una imagen vale más que mil palabras… De eso nada aquí -, las imágenes deben estar ligadas, ordenadas y muy bien organizadas unas con otras, apoyándose y complementándose entre sí. Es decir, la sucesión de imágenes construye, paso a paso, un discurso organizado comprensible para el gran público, olvidémonos de jugar a ser David Lynch. Este discurso ha de tener una lógica relacionada con la exposición, también cronológica, descriptiva, temática, significativa, analítica, y nosotros incluiremos también el factor emocional como imprescindible, generando sensaciones siempre que se justifique. Estos conceptos deben estar organizados en cada una de las secuencias, para así establecer una progresión ordenada en la exposición del tema. Ya veis como el concepto de orden nos sale constantemente.
“Kafka”, Filigranes
Por lo que se refiere a la producción de los diferentes planos y secuencias – llamémoslas unidades básicas – y que se analizan individualmente, elemento a elemento, debemos tener en cuenta lo siguiente:
Que los picos de interés y atención sean siempre claros y evidentes.
Que haya una continuidad lógica y coherente en la narración. Otra vez el orden.
Que el visitante espectador no se distraiga con algo en concreto, que le ayudemos a seguir todo el audiovisual de forma lineal.
El visitante espectador debe interpretar el audiovisual como un continuo narrativo, puesto que las imágenes deben secuenciarse bajo un orden indiscutible.
Que las imágenes sean nítidas y claras, de calidad, dejemos al margen el ballet Zoom y los desenfoques como instrumento narrativo.
Gas Jeans
Las visualizaciones que se presenten deben ser siempre creíbles y no parecer un simulacro de algo, artificial, aunque sean recreaciones de la realidad. El visitante espectador no debe nunca dudar del rigor documental de lo que está visualizando.
Fox
De alguna manera, el movimiento de cámara va por delante del espectador satisfaciendo su curiosidad y se dirige de forma predeterminada y ordenada (otra vez), como si fuera una compañera de paseo. De esta forma, de toda una amalgama de mensajes, vamos mostrándo uno a uno con claridad, desmigando el concepto global del audiovisual, poquito a poco; narraremos desde la causa hasta los efectos. Podemos llegar a un “antes” desde un “después” o cualquier otro método en el lenguaje visual que convierta las diferentes piezas del puzzle en una imagen completa progresivamente, y no mostrar esas mismas piezas desbaratadas y esparcidas por la mesa del mensaje produciendo patrones y saltos en su visionado e interpretación paralela. Este tipo de errores son los que agotan a los visitantes y no digamos a los peques.
HEMOSC
Una prueba de que lo estamos haciendo bien el montaje audiovisual es comprobando que los niños y niñas lo entienden o, si le quitamos el sonido, sin la locución explicativa, si se mantiene la coherencia narrativa.
Cortoz
fonte: @edisonmariotti #edisonmariotti
Cultura e conhecimento são ingredientes essenciais para a sociedade.
A cultura é o único antídoto que existe contra a ausência de amor.
Vamos compartilhar.
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