"Creo que en el futuro los museos ofrecerán al visitante una experiencia mucho más personalizada que la que actualmente recibe, con un uso de la tecnología que permita a las personas con intereses diferentes tener una experiencia adaptada". - Jim Richardson, creador de Museum Next y de SUMO Diseño -
A medida que vivimos vidas cada vez más conectadas, digital y virtualmente - con experiencias de usuario personalizadas y servicios al alcance de la mano -, los museos tendrán que encontrar nuevas maneras de narrar historias e involucrar a sus audiencias según las tendencias sociales. A medida que las experiencias digitales y los espacios físicos se fusionan, ¿quién será el público y quién será el curador? ¿Funcionarán los museos exclusivamente en el sector cultural o seguirán expandiéndose hacia otros mercados? ¿Cómo y dónde se exhibirá y entregará el contenido?
En los últimos 20 años, los cambios en la sociedad con relación a la tecnología han modificado la forma en que funcionan los museos, transformando la manera del cómo ofrecen experiencias y cómo se diseñan sus espacios. En las próximas décadas, asegurar el acceso a la financiación, atraer audiencias más amplias y atender formas alternativas de cultura, hará que todos presionen a los museos para que innoven y se adapten a las cambiantes necesidades de los usuarios y las realidades económicas.
En un futuro muy próximo, los museos seguirán siendo moldeados por una gran variedad de tendencias y conductores sociales. Las nuevas tecnologías, como es el caso de la realidad aumentada, la realidad virtual, la inteligencia artificial, etcétera, estarán cambiando el cómo y el dónde podremos tener la experiencia de los museos. Los cambios sociales y culturales están influyendo en el tipo de experiencias que la gente espera, mientras que las restricciones a la financiación seguirán presionando a algunos museos para que sean más rentables y más inclusivos al mismo tiempo. La cosa se complica. Comienza la Era del Museo Total.
Entre nuestras preocupaciones, las que tenemos cuando intentamos regresar del futuro después de hacer nuestras propias reflexiones intentando visualizar lo que nos viene encima, destacaríamos una serie de tendencias clave que seguirán teniendo un impacto significativo en la experiencia del usuario y el diseño de futuros museos. Exploramos las implicaciones de la vida virtual omnipresente y la demografía cambiante, con el objetivo de avanzar en ideas estratégicas y conceptos de diseño que pueden ser compartidos, codificados y aplicados sin traumas metodológicos, ni económicos.
Si bien el potencial democrático de las nuevas tecnologías, Internet por ejemplo, ha creado demandas tecnológicas correspondientes y grandes oportunidades, los museos están tardando en participar en la digitalización. ¿Por qué ocurre esto? La comprensión de los acontecimientos históricos es crucial para apreciar tanto la multitud de iniciativas como la aparición de otros nuevos actores en el escenario de la museología moderna.
La verdad es que los museos nunca fueron el motor de la digitalización ni de las nuevas posibilidades de acceso, accesibilidad, uso y difusión de las redes de conocimiento que surgieron a partir de ellas. Más bien, las iniciativas privadas, más allá de las estructuras públicas institucionales, capitalizaron este potencial mucho antes. El ejemplo más importante de lejos es Wikipedia. Durante mucho tiempo Wikipedia fue vista críticamente e incluso ridiculizada, sin embargo, ahora, Wikipedia goza de una considerable reputación y se ha establecido en el campo de las enciclopedias.
Si seguimos reflexionando sobre innovación en los museos, el área de exposiciones físicas es probablemente la que necesita menor cantidad de adaptación. Las exposiciones continuarán funcionando a través del aura del objeto original, no lo dudamos, y continuarán estando sujetos a sus propias reglas de la museología de las colecciones. Las cuestiones de diseño de exposiciones y la tecnología sólo estarán relacionadas de manera muy indirecta con la digitalización. Por supuesto, ya estamos visitando "exposiciones virtuales" en Internet, o ya vemos como comienza el uso de nuevas tecnologías los museos, como con las aplicaciones de teléfonos inteligentes como un sustituto de la guía de audio tradicional ("trae tu propio dispositivo al museo"). Estas tecnologías a menudo pueden crear atención, curiosidad y conciencia, lo que puede provocar una visita física al museo, a quien no suele ir al museo. Pero, hay que tener en cuenta que la tecnología digital aquí tiene solamente una función subordinada, nada puede substituir una visita real al museo real.
Entonces, ¿dónde se posicionan los museos en la era digital? Si bien no son la vanguardia de la era de la información, ocupan una posición importante en el medio. Son, y seguirán siendo, lugares que abren nuevos mundos a los visitantes, que ponen en valor la colección en función e la difusión del conocimiento, la preservación y la investigación. El lugar del museo está en el centro de una sociedad cada vez más interconectada, a través de la digitalización y en el centro de una red de instituciones, iniciativas y empresas que cambian rápidamente, y que buscan preservar y dar acceso al patrimonio cultural a todos.
Mientras los museos permanezcan en esta posición central, todas las opciones para el futuro quedan abiertas. Sin embargo, si los museos se niegan a participar en este tipo de redes culturales, su misión pública se perderá y se volverán irrelevantes, quedándose relegados, luchando en la nada, en una sociedad que está cambiando a una velocidad vertiginosa.
Ponemos en consideración a los nuevos jugadores de la era digital, como pueda ser la mencionada Wikipedia, Google y los innumerables "otros" que pudiéramos citar hoy aquí. Estos nuevos actores tienen oportunidades y capacidades en la era digital que los museos no tienen. En el área de la preservación digital, por ejemplo, los centros de datos tienen habilidades que los museos nunca alcanzarán. Cuando los museos pueden aprovechar estas competencias a través de asociaciones o joint ventures, otros actores pueden simultáneamente llamar la atención sobre los museos y proporcionar acceso al patrimonio cultural universal, lo cual es una ganancia para toda la sociedad.
Los museos deben confiar en tales asociaciones. Sin embargo, es importante que los términos de la cooperación se negocien y se hagan públicos - la transparencia es clave en este punto -. Cuando las condiciones no son claras entre los museos y las empresas, las sospechas crecen. Por ejemplo, la Biblioteca del Estado de Baviera y Google entraron en una asociación muy beneficiosa, pero como no publicitaron el acuerdo de cooperación desde el principio la reputación de la asociación ha sufrido hasta hacerla desaparecer.
Los museos han tenido, tienen y tendrán una gran responsabilidad hacia la sociedad. El patrimonio cultural pertenece a todos y la digitalización e Internet puede ayudar a hacerlo accesible a todos. Lo que hacen los museos con los fondos públicos para la sociedad debe seguir siendo público, y el acceso nunca debe ser limitado para servir a los intereses corporativos de una minoría. Todas las colaboraciones deben estar comprometidas con la transparencia y la autenticidad - principios atemporales que deben regir todas las acciones - especialmente las de la era digital. El espacio público, que incluye los museos, debe ser preservado y protegido siempre, y para siempre.
Cultura e conhecimento são ingredientes essenciais para a sociedade.
Cultura não é o que entra pelos olhos e ouvidos,
mas o que modifica o jeito de olhar e ouvir.
A cultura e o amor devem estar juntos.
Vamos compartilhar.
Culture is not what enters the eyes and ears,
but what modifies the way of looking and hearing.
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