La actual crisis económica ha provocado que los museos (y otras entidades sin ánimo de lucro) estén luchando a brazo partido para conseguir dinero con el que poder mantenerse.
Para ello, algunos museos están desplegando tácticas tradicionales: aumentar los precios de las entradas si las cobran, recurrir a sus propias colecciones para programar nuevas exposiciones y cobrar entrada y, cuando están al límite, incluso vender objetos de sus colecciones para cubrir gastos operativos. Otros museos se están volviendo cada vez más emprendedores, experimentando con la emergente venta al por menor en línea, asociándose con terceros para comercializar su merchandising o comenzando sus propios negocios.
Para ello, algunos museos están desplegando tácticas tradicionales: aumentar los precios de las entradas si las cobran, recurrir a sus propias colecciones para programar nuevas exposiciones y cobrar entrada y, cuando están al límite, incluso vender objetos de sus colecciones para cubrir gastos operativos. Otros museos se están volviendo cada vez más emprendedores, experimentando con la emergente venta al por menor en línea, asociándose con terceros para comercializar su merchandising o comenzando sus propios negocios.
DTC Studio
Algunas entidades si ánimo de lucro están utilizando la tecnología de maneras especialmente creativas, para transformar el concepto de donaciones individuales. Por otra parte, la caridad tradicional tiene vínculos que han dependido durante mucho tiempo de la microgestión, solicitando a la gente pequeñas cantidades que se suman a un gran número de donantes. Algunos museos todavía están usando el frasco tipo hucha colocado en el mostrador de recepción, pero está siendo reemplazado ya por los teléfonos inteligentes, ya que las entidades sin ánimo de lucro reclutan donantes a través de las redes sociales para recibir micro-donaciones. La ubicuidad de los dispositivos personales conectados a Internet facilita las donaciones a través de mensajes de texto, enlaces web, "agitar" un teléfono inteligente en una estación de pago (Google Wallet) o simplemente indicar su nombre. Un ejemplo relevante de este tipo de acciones es que, en 2010, la Cruz Roja recaudó más de 32 millones de dólares para ayudar económicamente en el terremoto de Haití con el uso de mensajes de texto. Según una encuesta de la Asociación Americana de Museos (AAM), el 13% de los museos se están planteando ya introducir o ampliar la gestión de donaciones con el uso de teléfonos inteligentes.
Las micro-donaciones (Microgiving) no tiene que depender exclusivamente de los dispositivos móviles. Los "donativos integrados" alientan a las personas a agregar donaciones cuando realizan transacciones comerciales, tales como pagar por comestibles o hacer retiros de efectivo en cajeros automáticos. Los museos (junto con una gran cantidad de otras personas y organizaciones, no lucrativas y profesionales) también están experimentando con el crowdfunding (un primo cercano del crowdsourcing). Sitios como Kickstarter, Indiegogo y Peerbackers llegan a personas que nunca habían oído antes hablar de su museo, invitándoles a apoyar proyectos que van desde adquisiciones de objetos paras el museo, a la producción de exposiciones y hasta para la rehabilitación de edificios. Algunos sitios, como United States Artists y FundScience, se enfocan en financiar proyectos particulares, algunos de ellos ya están estructurados desde el principio para aceptar donaciones deducibles de impuestos.
Philanthroper, una pequeña empresa sin ánimo de lucro, ajusta el popular modelo de cupones de descuento en línea como son Groupon y LivingSocial, enviando un correo electrónico cada día s sus suscriptores con una lista de entidades y necesidades a las que pueden optar por apoyar con donaciones de no más de 8 euros.
Ejemplos:
• Los museos que están en desarrollo, como es el Museo de Arte y Entretenimiento Digital (MADE) y el Museo de Historia del Videojuego, han utilizado Kickstarter para recaudar fondos, mientras que los museos ya establecidos han financiado adquisiciones de nuevos objetos para sus colecciones (el Rock and Roll Hall of Fame) (el Museo del Valle de Neversink de la Historia y la innovación).
• Los sitios de crowdfunding enseñan y ayudan al público a iniciar y financiar proyectos relacionados con los museos. En Hartford, Connecticut, Brian Cook financió con éxito un programa que denominó "Pasaporte del museo", alentando a los escolares a explorar los museos locales. Aeronaut Productions recaudó más de 11.000 dólares de una plataforma de crowfunding para producir una exposición sobre el Steampunk en la historia en el Museo en Anaheim, California.
• El Museo de Ciencias de Boston desafió a su red de seguidores de Facebook para afrontar la renovación de su Planetario Hayden por 2.500 dólares. Usando la aplicación de FundRazr, los fans de Facebook del museo podrían donar de 1 a 50 dólares, recibiendo a cambio la oportunidad de asistir a eventos VIP, ganar pases gratuitos y recibir otros bonos proporcionados por patrocinadores del Planetario.
• Otros muchos museos - como es el Museo de Arte de Mississippi y el Museo de Marineros - han utilizado campañas de donaciones móviles para solicitar aportaciones económicas a través de mensajes de texto. Las donaciones a través de texto generalmente tienen un límite de 20 dólares, pero muchos pocos hacen un mucho muy grande.
¿Qué significa todo esto para la sociedad?
Frente a la creciente disparidad (disparate) en la repartición de riqueza en el mundo, las micro-donaciones pueden ayudar a contrarrestar la desproporcionada influencia del dinero en la cultura y las artes, para diseñar proyectos que puedan estar dirigidos al sector de la sociedad más pobre y más alejada de la formación.
El crowdfunding permite a la gente "votar" con sus billeteras electrónicas (o teléfonos inteligentes, cada vez más presentes en todas las acciones cotidianas) por causas y acciones que se alinean con sus valores humanos. Sin embargo, es demasiado pronto aún para afirmar si los donativos móviles son simplemente un reemplazo de los métodos actuales de donación, o un nuevo mecanismo que atraerá a nuevos donantes. (Según una encuesta reciente de The Give Foundation, el 79% de los encuestados que donan dinero a las organizaciones de beneficencia utilizando el teléfono también contribuyen a través de otros mecanismos, como es el correo electrónico, sitios web o correos directos).
Plataformas on line como 33 Needs y KickStarter contribuyen a que las entidades sin ánimo de lucro y a emprendimientos de empresas sociales animen a los particulares a entregar generosas donaciones, aunque no sean deducibles de impuestos.
Luke Lahota
¿Qué significa todo esto para los museos?
Desde hace 10 años, la cantidad total de donaciones privadas a las entidades sin ánimo de lucro se ha reducido, el número de ciudadanos que donaban dinero regularmente a sus organizaciones benéficas favoritas sigue siendo grande, sobre todo en los países anglosajones, pero se está dando menos cantidad. El microfinanciamiento y el crowdfunding ofrecen a los museos el potencial de recibir donaciones de poquito en poquito, pero si esas donaciones son numerosas se consigue un muchito.
El crowdfunding, como puede ser también la filantropía tradicional, no se trata sólo de recibir dinero, sino de establecer relaciones duraderas. Los microdonantes pueden sentirse muy satisfechos en el éxito del proyecto que financian, y una cierta proporción incluso participará activamente no solo con dinero si están bien informados sobre cómo pueden colaborar. Muchos emprendedores que financian nuevas empresas a través de Kickstarter argumentan que no se trata sólo de recaudar dinero, sino de construir una comunidad que apoye sus negocios una vez que están abiertos.
Los museos podrían considerar:
• Asegurar que el desarrollo, la comercialización y las tecnologías de la información trabajen todas juntas para incorporar oportunidades de conocimiento a través de los medios sociales del museo, con su presencia global en línea y en dispositivos móviles a partir del uso de aplicaciones (apps).
• Eligir un proyecto atractivo y con un precio modesto que se pueda financiar a través de un sitio de crowdfunding. (El proyecto promedio financiado a través de Kickstarter es de menos de 10.000 dólares, pero algunos proyectos han sido mucho más ambiciosos en el monto de sus recaudaciones y lo han conseguido.
• Experimentar con microgestión móvil a través de mensajes de texto o códigos QR incrustados en anuncios y otros soportes de comunicación visual (por ejemplo, "¿Quieres ayudar a que tengamos este objeto en nuestra exposición? Envía un mensaje a...").
• Evaluar cuidadosamente el retorno económico esperado de la inversión a partir de una campaña de donación móvil. (Algunas iniciativas implican una buena cantidad de trabajo y sin recibir mucho dinero a cambio, pero aún así puede merecer la pena afrontar la iniciativa, ya que se reciben otros beneficios, como la participación de la gente en un segmento específico de audiencia, la sensibilización del público o para fortalecer la presencia de la marca del museo.
Cultura não é o que entra pelos olhos e ouvidos,
mas o que modifica o jeito de olhar e ouvir.
A cultura e o amor devem estar juntos.
Vamos compartilhar.
Culture is not what enters the eyes and ears,
but what modifies the way of looking and hearing.
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