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segunda-feira, 27 de abril de 2015

ECOMUSEOS Y NUEVA MUSEOLOGÍA - · en INSTITUCIONES, MUSEO,MUSEOLOGÍA, OPINIÓN, PATRIMONIO. ·

Museología es un nombre que ha ido siempre acompañado de todo tipo de adjetivos, incluido el calificativo de nueva, y de hecho se han rastreado lejanos precedentes en varios idiomas de la locución nueva museología, que sigue siendo utilizada por muchos hablantes sin un significado concreto. Pero en sentido estricto es una expresión que designa desde 1980 a una corriente denominada por el museólogo francés André Desvallées nouvelle muséologie en la voz correspondiente de la Enciclopedia Universalis publicada aquel año, refiriéndose a las novedades que se habían producido en la comunicación museística con el público y a la reciente multiplicación de ecomuseos.

Archivo EVE / Mansio Sebatum – Römermuseum

Este tipología museística ha sido siempre el caballo de batalla favorito de los seguidores de Georges-Henri Riviére y Hugues de Varine-Bohan, impulsores en Francia y en otros países de una innovadora forma de museo en la cual ya no hay un edificio, sino un territorio-museo, ya no se centra la atención en una colección sino en todo un ecosistema humano incluyendo elementos de cultura material pero también inmaterial, como cantos, bailes y tradiciones locales— y en lugar de unos facultativos de museos trabajando ocultos al público, es la propia comunidad la que autogestiona el funcionamiento del museo, involucrando activamente a los visitantes y locales. Se trata de un fenómeno histórico muy interesante, respecto al cual existe muchísima bibliografía, pero que a primera vista no parecería justificar todo un nuevo planteamiento teórico. Ciertamente la idea del ecomuseo tenía detrás una filosofía vital, un cambio en la concepción de la museología, que dejaría de estar centrada en el estudio del museo para centrar su atención en la comunidad, siendo el museo un campo de interacción con ella. Pero esto bien podía haberse vinculado con las aspiraciones de Stránsky por ampliar la disciplina museológica más allá del museo —para lo cual había propuesto el concepto de musealidad— y sus reivindicaciones para la sociedad, que entonces tenían tanto predicamento por influencia del pensamiento marxista.

Archivo EVE / Mansio Sebatum – Römermuseum

Ahora bien, por más que ideológicamente Georges-Henri Riviére y sus seguidores fueran progresistas, se veían sobre todo como activistas crecientemente distanciados de los teóricos de Europa del Este. Tras sembrar la agitación en el seno de ICOFOM durante las convulsas reuniones de México y París en 1980 y 1982, parecía llegado su momento triunfal en la de Londres del año siguiente, dedicada a ecomuseos y nueva museología. En el intermedio, incluso se creó en agosto de 1982 una asociación significativamente denominada Muséolole Nouvelle et Expérimentation Sociale (MNES), a iniciativa de una facción de miembros contestatarios de la Association Générate des Conservateurs des Collections Publiques de France, liderados por Évelyne Lehalle, entonces conservadora del Musée d’Histoire de Marsella. Pero cuando el ecomuseólogo canadiense Pierre Mayrand propuso en la capital británica que el ICOFOMformase un grupo de trabajo permanente sobre museología comunitaria, el nuevo equipo directivo presidido por Vinos Sofka, queriendo aunar fuerzas entre los teóricos, en un momento en que la museología estaba asentándose como ciencia, le propuso a Mayrand que mejor organizase un taller sobre el tema al año siguiente.

Archivo EVE / Mansio Sebatum – Römermuseum

Lo cierto es que en 1984 no llegó a celebrarse ese taller del ICOFOM en Canadá, sino que tuvo lugar en Leiden y sobre cuestiones de coleccionismo; pero Mayrand no se echó atrás, y con excusa de un homenaje a Georges-Henti Riviére organizó una gran reunión de sus seguidores en el Ecomussée de la Haute Beauce(Quebec), el I Atelier International Ecomusées/Nouvelle Muséologie. El tema se debatió en profundidad, en grupos de trabajo y sesiones plenarias, en las que se relacionó a los ecomuseos con los museos al aire libre escandinavos y con los británicos de arqueología industrial del tipo Beamish, pero sobre todo con los museos de barrio y museos comunitarios americanos, así que no fue casual que el recuerdo de la Mesa Redonda de Santiago de Chile de 1972, en la que se había propugnado la idea del museo territorial, encabezase la llamada Declaración de Québec, aprobada en la clausura.

Archivo EVE / Mansio Sebatum – Römermuseum

Esta declaración no fue aprobada en la primera lectura que se hizo en sesión plenaria, por las disensiones de quienes aspiraban a extender la nueva museología a otras formas museísticas (Araujo y Bruno, 1995: 4, 27). Pero más que una nueva museología aplicable en general, la mayoría propugnaba nuevas prácticas museísticas territoriales denominadas en francés musée de site, por lo que surgió la curiosa petición de plantear a la vez al ICOMOS (International Council of Monuments and Sites) y al ICOM la creación de un comité internacional para esta especialidad. Quizá por esta falta de concreción, el ICOM cometió la torpeza de no aceptar esta justa petición, que habría otorgado a los adeptos de este tipo de museos un foro equivalente a los de otras especialidades.

Archivo EVE / September Industry

Desairados, no les quedó otra opción que seguir la otra vía propuesta en la Declaración de Québec, que era organizarse corno una federación que uniese a sus partidarios de ambos lados del Atlántico. Así pues, durante el II Atelier International Musées Locaux/Nouvelle Muséologie celebrado en Lisboa en noviembre de 1985 se creó el Mouvement International pour une Nouvelle Muséologie (MINOM), presidido por Pierre Mayrand, a partir de tres organizaciones preexistentes: la citada agrupación francesa Nueva Museología y Experimentación Social, la Asociación de Ecomuseos de Québec y la belga Asociación del Ecomuseo Experimental de Walonia-Bruselas. Afortunadamente, el MINOM seria reconocido como organización afiliada por el ICOM (cuyas siglas, o las de sus comités, están todas en inglés; pero en este caso se mantuvo una designación en francés, lengua dominante entre los neomuseólogos). Y aunque Pierre Mayrand abandonó ICOFOM, permanecieron en él muchos miembros del MINOM, incluyendo primeras figuras como André Desvallées y Mathilde Bellaigue. De hecho, en la reunión anual del ICOFOM organizada en Zagreb en 1985 algo se habló sobre ecomuseos, que ya fueron el tema estrella en la siguiente también, celebrada en 1986 en Buenos Aires, sobre museología e identidad.

Archivo EVE / Nick Erving – Exhibition View

Por su parte el MINOM siguió centralizando sus propias reuniones en los ecomuseos, a pesar de las advertencias del inventor de ese término, Hugues de Varine, que avisó del riesgo de identificarse tanto con una palabra de moda, en su discurso inaugural del III Atelier International Traditions et Perspectives Nordiques: De Musée de Plein-Air á l’Écomusée, Les Minorités de Régions Artiques, celebrado en septiembre de 1986 en Toten (Noruega). Poco a poco, fueron abriéndola a otras experiencias museísticas territoriales ensayadas por otros entusiastas de diferentes áreas culturales; pero la estrecha sintonía entre los militantes seguirla basándose en su autoidentificación como camaradas renovadores del establishment, y experimentaban sentimientos encontrados conforme iban alcanzando cotas de poder. Pronto encontraron compañeros de filas incluso entre los responsables de grandes museos institucionales, como Pierre Gaudibert, director del Musée d’Art Moderne de la Ville de París, quien habló en plural de «nuevas museologías e ideologías» en el IV Atelier International – Les Enjeux Idéologiques de la Nouvelle Muséologie: Des Théories aux Pratiques celebrado en octubre 1987 en Molinos (Teruel) y Sos del Rey Católico (Zaragoza).

fonte: @edisonmariotti #edisonmariotti Espacio Visual Europa (EVE)

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