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terça-feira, 5 de maio de 2015

MUSEOS Y OLFATO · en CREACIÓN, DISEÑO, MUSEO,MUSEOGRAFÍA, MUSEOLOGÍA, OPINIÓN, TECNOLOGÍA. ·

Cada sentido es capaz de crear en nosotros una infinidad de registros únicos, cambiantes y diferenciados. Sin embargo, estamos limitados en la relación al olfato y emociones. Apenas aprovechamos recursos sensitivos concretos ya que apoyamos nuestras acciones en el ámbito de los sentidos “convencionales”, como son la visión y el oído, el primero es el sentido más viciado que tenemos. Las personas ciegas son capaces de obtener ricos matices en todos sus sentidos, desarrollan una elevada sintonía con la naturaleza a través de todo su cuerpo, consiguiendo involucrarse con el mundo de un modo ampliamente sensitivo y directo. 



Esto es debido a que tienen ejercitados los demás sentidos porque los necesitan para sobrevivir, por puro instinto. Apoyándonos en el aprendizaje y la práctica de esta apertura sensorial, visitaremos un mundo riquísimo, siendo una práctica que debería ser ejercitada como hacemos con la comunicación oral, como estudiar gramática o fomentar la creatividad. De esta forma, desde la infancia estos recursos pueden ser desbordantes, se encuentran en todos nosotros de forma exuberante, pero vamos poco a poco haciéndolos desaparecer en beneficio de lo visual. 

Es cierto que nunca los perdemos, pero vamos despertando nuestro conocimiento ante la realidad usando siempre las mismas capacidades sin recurrir a las demás. El diseño museográfico en exposiciones tanto permanentes como temporales, nos ha permitido poner en práctica la idea de que es realmente importante que todos nosotros nos dejemos “embriagar por los sentidos” a la hora de recibir cualquier clase de información didáctica.


El olfato es capaz de activar millones de sensores en nuestro interior, haciendo que nuestro cerebro viaje en el tiempo, o de recordar plenamente un hecho o lugar. Solamente el olfato como herramienta nos descubre la capacidad de vivir un espacio-tiempo de una forma diferente y, diríamos, muy objetiva, con una precisión fuera de lo común. 

Escalas, formas y materiales pueden llegar a configurarse para edificar un entorno, capaz de ser definido íntegramente. La búsqueda de recursos experimentales nuevos puede provocar en niños y no tan niños acortar distancias con respecto a mundos imaginarios, a lo visual y también a lo tangible; la exposición puede aventurarse con ellos propiciando viajes hacia nuevos y desconocidos territorios.





Normalmente, debemos contar con la ayuda y colaboración de químicos especialistas en la fabricación de aromas. Hay muy buenos fabricantes de olores de todo tipo. El objetivo es el de convertir aromáticamente varios estados emocionales o, incluso, lugares físicos concretos. En una exposición sobre la tauromaquia conseguimos fabricar el olor a puro mezclado con el aroma a alero recién regado; más sofisticación ya es imposible. 

Queremos que los visitantes cierren los ojos y sueñen con realidades cercanas y conocidas pero que en realidad no están allí dónde nos encontramos. Debemos, eso sí, definir muy bien cuales son las sensaciones que queremos provocar en los visitantes del museo a partir de una aroma concreto para que este concepto pueda ser trasladado al profesional químico con claridad. Si hacemos una exposición sobre tumbas egipcias, buscaremos la forma de reproducir el olor a cripta. Si hacemos una exposición sobre la Antártida, crearemos el olor a hielo y sal.


La metodología para el análisis tiene su tiempo desde el punto de olfato del visitante. Las primeras reacciones son muy superficiales y pensamos en qué es lo que huele, en su contenido. Queremos hacer de químicos o experimentados perfumistas, preguntándonos por su composición. Pero esa es una información irrelevante para nosotros. 

Una segunda experiencia ante el elemento aromático nos lleva mucho más lejos, hasta los confines de nuestro interior, y empiezan a multiplicarse eléctricamente imágenes y situaciones que vivimos hace mucho tiempo, que creíamos desterradas u olvidadas. Es difícil de creer, pero la reconstrucción de historias es imparable, llegando incluso a tener la sensación de volver a revivir cuanto vuelve a surgir entre nosotros como un verdadero deja-vú.


Sensación o espacio, todas las pruebas aromáticas nos llevan hasta el punto de partida inexorablemente. Al principio, confundidos, los visitantes creen que se trata de un ejercicio de difícil concreción, subjetivo y personal, pero cuando comparten sus ideas, todos se encuentran en situaciones análogas, increíblemente similares.


¿Has soñado alguna vez con lo que hueles? Debes dejarte llevar sin prejuicios, libremente, y descubrirás un potencial desmesurado ahora quizás inactivo. Trata de ayudar a pensar en cómo desarrollarlo, en cómo exponerlo a tu mundo y conseguirás un caudal imparable de imaginación.

fonte: @edisonmariotti #edisonmariotti Espacio Visual Europa (EVE)

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