Una de las potenciales líneas de acción para un museo es la internacionalización de sus fondos. La exportación de colecciones propias, realizables y bien estudiadas teniendo en cuenta sus receptores, y en colaboración con otros recursos y patrocinios, puede hacer mucho bien a la imagen de la institución en el exterior, no importa el tamaño del museo ya que se puede intercambiar conocimiento e ideas con otros.
Eso sí, es necesario crear una identidad propia, propiciando encuentros con otros entornos que defienden ilusiones similares, que se reconozca esta identidad a través de la red internacional de museos, también en asociaciones internacionales de colecciones corporativas, con una presencia activa y activista, aprovechando las plataformas en las que pueda expresar sus ideas y los modos de actuación.
Para todo ello es interesante crear foros de debate en el exterior con la finalidad de mostrar y potenciar la presencia del museo en el mundo, un modelo en absoluto distante de lo que se hace en otros lugares del planeta, eso sí, con una estela enorme y con el peso de un patrimonio espectacular. El museo ha de ser instrumento de comunicación entre culturas, de construcción de sueños que no saben de fronteras, no puede quedar relegado a una mera herramienta de representación entre naciones. En Europa existe una buena red de centros que actúan en ese mismo recorrido, y con América se debe crear una mayor vinculación. Creemos que, desde nuestro entorno local, se debe edificar un puente con la Comunidad Iberoamericana de Naciones, para canalizar esquemas de trabajo y convertir el escenario en un mecanismo de sintonía, toda una plataforma de intelectuales, instituciones y empresas que defiendan la cultura.
Los mecanismos son muy diversos, aunque en la actualidad son modelos rígidos, poco seductores y muy costosos. Exposiciones de perfil decimonónico, con fastuosas puestas en escena, con la incorporación de obras que alimentan el ego de su propietario y que seducen al ajeno. Es evidente que el viaje ensancha el conocimiento, y las colecciones son un ejemplo a tener en cuenta, desde un punto de vista instrumental. Uno debe tratar de amplificar sus recursos, haciendo que la colección viaje, que en el exterior se produzcan debates en torno a la misma y también hacer llegar propuestas difícilmente asumibles desde nuestra situación más local.
No se trata de mantener actuaciones mecánicas, sino que, según el perfil de cada situación (geográfico, espacial, demográfico, económico, social, histórico, etcétera), se contemplen múltiples posibles posibilidades.
La difusión se convierte en un punto de primer interés. Cada proyecto propio sirve de conexión, invitando a profesionales internacionales (curadores, críticos y directores de museos) para que conozcan personalmente todos los aspectos relacionados con el proyecto concreto y compartiendo sus modelos con los nuestros, confrontándolos, uniéndolos. La asistencia a eventos en el exterior – que deberían estar patrocinados por el estado, aunque ahora eso es un sueño teniendo en cuenta que el neoliberalismo desprecia la cultura -, donde podamos dejar la huella de nuestra presencia, con colaboraciones y proyectos diseñados y producidos en equipo, así como realizar determinados intercambios puntuales que nos dimensionen en los contextos internacionales o participar en foros concretos sobre museología y museografía, utilizar Internet, son modos de instrumentalizar recursos y ponerlos en valor de cara al exterior.
No cabe duda, la idea es un paso más hacia un entorno globalizado, un escenario entendido como comunitario, en donde el concepto de reunir narraciones a través de las colecciones se pueda convertir en lo que Borja-Villel denomina un «gran archivo sin fronteras», dejando a un lado los desarrollos estándares de difusión de las colecciones por un trasvase de conocimientos, de experiencias y de emociones, las mismas que se generan con cada proyecto; estas son las herramientas del futuro en el ámbito del museo para ampliar el acceso al saber sin los condicionantes de los patrones preestablecidos, de un modo más plural, multirracial, absolutamente internacional.
fonte: @edisonmariotti #edisonmariotti Espacio Visual Europa (EVE)
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