Ouvir o texto...

quinta-feira, 30 de julho de 2015

MUSEO Y CUIDADO DE SUS COLECCIONES - · en MUSEOGRAFÍA, OPINIÓN,CULTURA, MUSEO, PATRIMONIO, GESTIÓN. ·

En estos momentos en los que la amenaza devastadora terrorista de Isis parece no tener fin, viene muy al caso hacer un repaso sobre lo que significa el concepto de preservación relacionada con las colecciones. Preservar significa proteger una cosa o un conjunto de cosas de peligros tales como la destrucción, la degradación, la disociación o incluso el robo. Esta protección está respaldada por la recolección, el inventario, la custodia, la seguridad y la restauración.

tumblr_lswwhimluj1qjbnsxo1_1280

En la museología, la preservación reúne el conjunto de funciones vinculadas con la entrada de un objeto al museo: adquisición, inscripción en el inventario, catalogación, reserva, conservación y a veces, restauración. La preservación del patrimonio induce una política que debuta estableciendo procedimientos y criterios de adquisición del patrimonio material e inmaterial de la humanidad y su medio ambiente, para proseguir con la gestión de las cosas convertidas en objetos de museo y su conservación. En este sentido, el concepto de preservación representa el desafío fundamental de los museos, ya que el desarrollo de las colecciones estructura su misión y su desarrollo. Junto con la difusión al público, constituye uno de los ejes de la acción del museo.


1. La política de adquisición es, en la mayoría de los casos, un elemento esencial en el funcionamiento de cualquier museo. La adquisición reúne el conjunto de medios por los cuales un museo toma posesión del patrimonio material e inmaterial de la humanidad: recolección, excavaciones arqueológicas, donaciones y legados, intercambio, compra, sin mencionar el robo o el pillaje (combatidos por el ICOM y la UNESCO: Recomendación de 1956 y Convención de 1970). La gestión y la administración de colecciones son un conjunto de operaciones relacionadas con el tratamiento administrativo de los objetos, como ser su inscripción en el catálogo o en el registro de inventario a fin de certificar su estado museal, lo que en algunos países les concede un status jurídico particular, al punto que los bienes incorporados al inventario son inalienables e imprescriptibles. 

En países como los Estados Unidos o Gran Bretaña los museos pueden, en forma excepcional, alienar objetos y disponer de ellos para transferirlos a otro museo, destruirlos o venderlos. Su ubicación en las reservas y su clasificación forman parte de las actividades propias de la gestión de colecciones, así como la supervisión del desplazamiento de los mismos dentro o fuera del museo. Finalmente, las actividades de conservación tienen como objetivo la puesta en marcha de los medios necesarios para garantizar el estado de un objeto contra toda forma de alteración, a fin de legarlo a la posteridad lo más intacto posible. 

En su sentido más amplio, estas actividades condensan, las operaciones de seguridad general (protección contra robo y vandalismo, incendio o inundaciones, terremotos y motines – ahora, sobre todo, con los salvajes de Isis -), las disposiciones llamadas de conservación preventiva, es decir “el conjunto de medidas y acciones que tienen por objetivo evitar y minimizar los deterioros o pérdidas futuras. Dichas acciones se inscriben en el contexto o en el entorno de un bien cultural, pero más a menudo en el de un conjunto de bienes, sea cual sea su antigüedad y su estado. Estas medidas y acciones son indirectas: no interfieren con materiales ni estructuras y no modifican la apariencia de los bienes culturales”(ICOM-CC, 2008). Por otra parte, la conservación curativa es “el conjunto de acciones directamente emprendidas sobre un bien cultural o un grupo de bienes, con el objetivo es detener un proceso activo de deterioro o reforzar su estructura. 

Estas acciones se ponen en marcha solamente cuando la existencia de los bienes está amenazada a corto plazo por su fragilidad extrema o por la velocidad de su deterioro y modifican a veces la apariencia de los mismos” (ICOM-CC, 2008). La restauración es “el conjunto de acciones emprendidas directamente sobre un bien cultural singular y en estado estable, teniendo como objetivo mejorar su apreciación, comprensión y uso. 

Estas intervenciones sólo se realizan cuando el bien ha perdido una parte de su significación o de su función a raíz de deterioros o de restauraciones anteriores. Estas tareas se fundan en el respeto por los materiales originales y muy a menudo modifican la apariencia del bien” (ICOM-CC, 2008). Para conservar lo más posible la integridad de los objetos, los restauradores optan por realizar intervenciones reversibles y fácilmente identificables.



2. En la práctica, el concepto de “conservación” se prefiere a menudo al de preservación. Para numerosos profesionales de museos la conservación – que incluye a la vez la acción y la intención de proteger un bien cultural, material o inmaterial – constituye la esencia de la actividad del museo. Da testimonio de ello, tanto en Francia como en Bélgica, el antiguo vocablo para definir la profesión museal: la corporación de conservadores, surgida a partir de la Revolución Francesa

Por mucho tiempo, (a lo largo de todo el siglo XIX) este vocablo parece haber sido el que mejor caracteriza la función del museo. Por otra parte, la actual definición de museo del ICOM (2007) no recurre al término preservación para poner de manifiesto las nociones de adquisición y conservación. Sin duda, desde esta perspectiva, la noción de conservación debe ser encarada de manera más vasta, incluyendo la problemática del inventario o de la reserva. 

Esta última concepción tropieza con una realidad diferente, a saber: que la conservación (por ejemplo, en el seno del comité ICOM-CC) está claramente vinculada con las actividades de preservación y restauración – tal como son descritas más arriba – que a las de gestión o administración de colecciones. Es en este contexto donde se desarrolla progresivamente un campo profesional distinto, el de los archivistas y administradores de colecciones. El concepto de preservación permite dar cuenta de este conjunto de actividades.



3. El concepto de preservación, por añadidura, tiende a objetivar las tensiones inevitables que existen entre cada una de estas funciones (sin contar las que conciernen a la preservación en su relación con la comunicación y la investigación), las cuales a menudo fueron el blanco de numerosas críticas: “La idea de la conservación del patrimonio remite a las pulsiones anales de toda sociedad capitalista” (Baudrillard, 1968; Deloche, 1985-1989). Desde esta óptica más general, cierto número de políticas de adquisición, por ejemplo, integran en forma paralela las políticas de alienación del patrimonio (Neves, 2005). 

El problema de la elección del restaurador y, de manera general, las elecciones a efectuar a nivel de las operaciones de conservación (¿qué conservar y por lo tanto qué desechar?) constituye, con la alienación, algunas de las cuestiones más polémicas de la organización del museo. Por último, los museos adquieren y conservan – cada vez con mayor regularidad – objetos patrimoniales inmateriales hecho que plantea otros problemas y obliga a encontrar técnicas de conservación que se adapten a estos nuevos patrimonios.



PRESERVACIÓN

S. f. Equivalente inglés: preservation; francés: préservation; alemán: Bewahrung, Erhaltung; italiano: preservazione; portugués: preservaçāo.

@edisonmariotti #edisonmariotti Espacio Visual Europa (EVE)

Nenhum comentário:

Postar um comentário