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terça-feira, 4 de agosto de 2015

¿QUIÉN VISITA NUESTROS MUSEOS? -- · en MUSEO, MUSEOGRAFÍA,MUSEOLOGÍA, OPINIÓN, PATRIMONIO. ·

1. El adjetivo “público” – museo público – traduce la relación jurídica entre el museo y la población del territorio en el cual está situado. El museo público es, en esencia, propiedad del pueblo; está financiado y administrado por este último a través de sus representantes y por delegación, a través de su administración. Esta lógica se expresa con mayor fuerza sobre todo en los países latinos. El museo público es financiado esencialmente por los impuestos; sus colecciones participan de la lógica del dominio público (en principio, son imprescriptibles e inalienables y no pueden ser desclasificadas salvo en virtud de un procedimiento muy estricto). 




Sus reglas de funcionamiento surgen de las reglas generales de los servicios públicos, considerando especialmente el principio de continuidad (funcionar de manera continua y regular, sin otras interrupciones que las previstas por el reglamento); el principio de mutabilidad (adaptarse a la evolución de las necesidades de interés general, sin ningún obstáculo jurídico que se oponga a los cambios a realizar desde esta óptica); el principio de igualdad (asegurar la igualdad de tratamiento para cada ciudadano). Finalmente, el principio de transparencia (comunicación de documentos relativos al servicio ofrecido a cada particular que lo solicite y motivación de ciertas decisiones). Esto significa que el museo está abierto y pertenece a todos y está al servicio de la sociedad y de su desarrollo (esto es algo muy importante que no podemos olvidar; podemos exigirles en la medida que los financiamos entre todos los ciudadanos).



En el derecho angloamericano prevalece la noción de fideicomiso (public trust) por encima de la de servicio público. En virtud de sus principios, se exige un compromiso muy estricto por parte de los fiduciarios (trustees). El museo, generalmente organizado de manera privada – bajo un estatuto de organización sin fines de lucro dirigida por un Consejo de Administración – destina sus actividades a un cierto público. Especialmente en los Estados Unidos se hace menor referencia a la noción de público que a la de comunidad, término empleado a menudo en sentido muy amplio.


Este principio conduce al museo, en todas partes del mundo, a ver su actividad ejercida por lo menos parcialmente bajo la dirección de los poderes públicos, ya que la mayor parte del tiempo se encuentra a cargo de ellos, hecho que lo obliga a respetar determinadas reglas de las que derivan su administración y cierto número de principios éticos. Desde esta perspectiva, la definición de museo delICOM presupone que se trata de una organización sin fines de lucro y numerosos artículos de su Código de Deontología han sido redactados en función de dichas características. En este contexto, la problemática del museo privado y, además, la del museo administrado como una empresa comercial, permite suponer que en ellos no se encuentran los diferentes principios vinculados con el dominio público ni con las características de los poderes públicos citados más arriba.



2. Como sustantivo, la palabra “público” designa el conjunto de los usuarios del museo (el público de los museos) pero también, por extrapolación a partir de su destino público, el conjunto de la población a la cual cada establecimiento está dirigido. Presente en casi todas las definiciones actuales de museo, la noción de público ocupa siempre un lugar central: “institución (…) al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al público” (ICOM, 2007). Es también una “colección (…) cuya conservación y presentación revisten gran interés para el conocimiento, la educación y el placer del público”. (Ley sobre los Museos de Francia, 2002), más aún: “una institución (…) que posee y utiliza objetos materiales, los conserva y los expone al público según horarios regulares”. (American Association of Museums(USA), Programa de Acreditación, 1973); la definición publicada en 1998 por laMuseums Association (UK) ha reemplazado el adjetivo “público” por el sustantivo pueblo.



La noción misma de público asocia estrechamente la actividad del museo con sus usuarios, es decir, aquellos a quienes se supone va a beneficiar, aún sin recurrir a sus servicios. Los usuarios son, por supuesto, los visitantes – el gran público – en quienes se piensa en primer término, olvidando que no siempre representaron el rol central que el museo les reconoce actualmente, hasta el punto de que existe un gran número de públicos específicos. Lugar de formación artística y territorio de la república de los sabios en primer lugar, el museo no estuvo siempre abierto a todos, sino que lo hace progresivamente en el curso de su historia. Esta apertura, que conduce a su personal a interesarse cada vez más en todos los visitantes, aunque también en la población que no frecuenta los museos, favorece la multiplicación de los ejes de lectura del conjunto de esos usuarios, de lo que dan cuenta los nuevos nombres surgidos a lo largo del tiempo: pueblo, gran público, público numeroso, no-público, públicos alejados, impedidos o disminuidos, usuarios, visitantes, observadores, espectadores, consumidores, audiencia, etcétera. El desarrollo del campo profesional de los evaluadores de exposiciones, algunos de los cuales se presentan como “abogados” o “portavoces del público”, da testimonio de esta tendencia actual de fortalecer el tema de los públicos en el funcionamiento general del museo. Se habla así, desde fines de la década de los 80, de un verdadero “viraje hacia los públicos”, de la acción museal (otra vez la palabreja) con el fin de mostrar la creciente importancia de la frecuentación y la toma de conciencia de las necesidades y las expectativas de los visitantes (este punto corresponde a lo que se llama “recorrido comercial del museo”, aun cuando ambos no van forzosamente a la par).



3. Por extensión, dentro de la problemática de los museos comunitarios y los ecomuseos, el público se amplía a toda la población del territorio en la que se inscriben. La población es el sostén del museo y en el caso del ecomuseo, se convierte en el actor principal y no en el blanco del establecimiento.




PÚBLICO

S. m. adjetivo (del latín publicus, populus: pueblo o población). Equivalente inglés: public, audience; francés: public; alemán: Publikum, Besucher; italiano: pubblico; portugués: público.

El término posee dos acepciones, según se lo emplee como adjetivo o como sustantivo.


fonte: @edisonmariotti #edisonmariotti Espacio Visual Europa (EVE)

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