Sin cerrarse aun las heridas de las guerras civiles que han estado asolando este país del oeste africano, el ébola golpeó muy fuerte llevándose por delante a casi 5.000 personas en 2014. Afortunadamente, Sierra Leona ha recibido el estatus de país curado por la Organización Mundial de la Salud, ya libre del maldito virus, por lo que sus ciudadanos pueden comenzar a reconstruir sus vidas si la recuperada estabilidad libre de militares golpistas lo permite.
Para los viajeros, Sierra Leona sigue siendo África Occidental, es decir, un destino fundamentalmente de playas. La arena allí es fina y muy blanca, sobre todo en contraste con el verde brillante de los bosques que amurallan esas playas bañadas por un cálido Atlántico y a las que se llega siguiendo los muy africanos caminos rojos, sí, habéis oído leído bien, son aguas cálidas. En Freetown, vemos casas de todos los colores posibles, rememorando aquellos felices días en los que esclavos libres que volvían del Caribe desde América se asentaban en las costas. Algunos comenzaron sus nuevas vidas en la península, disfrutando de las playas inmaculadas, blancas como el algodón que recolectaban cuando eran explotados salvajemente.
En el norte encontramos las Montañas Loma, el punto geográfico más alto al este de Camerún. Más allá, al este, se esparcen los parques nacionales cruzados por decenas de ríos, creando espacios dónde viven numerosas especies protegidas, como son el mono blanquinegro y el tímido hipopótamo enano. Por esta razón, el turismo puede jugar un rol importantísimo para ayudar a la gente de Sierra Leona a mirar hacia el futuro con optimismo, volver sobre sus orígenes paradisiacos, uniéndose a todos los visitantes amantes del sol, nadar en las aguas cristalinas del Atlántico, explorar los archipiélagos y saborear una fantástica langosta fresca al carbón a la sombra de las palmeras – encargada en inglés, idioma oficial -, las que sujetan las hamacas donde luego nos echaremos una apacible siesta.
Y allí, ¿tienen museos que podamos visitar? Pues veamos.
Museo de la Paz | Freetown
El museo aloja también la Corte Judicial Especial de Sierra Leona, no es solo un museo al uso. El edifico es de reciente construcción diseñado por la firma de arquitectos Jarret, Yaskey Graber y Asociados. El museo aloja objetos y archivos relacionados con la esclavitud que asoló el país sobre todo en los siglos XVIII y principios del XIX. El jardín Memorial está conectado al edificio del museo con el puente de la Paz, generando una zona muy tranquila para el descanso y la reflexión de todos los que pasen por allí. Se necesita tener coraje para conocer la historia que muestra este museo sobre uno de los horribles episodios que arrastra el país: los amputados a golpe de machete, ya sean hombres o mujeres e incluso niños y niñas. También es terrible familiarizarse con el horror de las devastadoras guerras civiles que han asolado este país durante décadas. Se exponen uniformes, armas, fotografías y toda clase de parafernalia relacionada con las guerras que asolaron el país. Es un museo solo recomendable para gente aguerrida de corazón, esa es la verdad.
Museo Nacional de Sierra Leona | Freetown
El museo es el centro de organización de numerosas actividades culturales de la capital de Sierra Leona, exponiendo una muy importante colección de artefactos y artesanía local. El museo se inauguró en 1957 con el nombre de Museo de la Sociedad de Sierra Leona, una “sociedad” cuyos miembros eran oficiales colones ingleses y prominentes hombres de negocios de la comunidad Krio. Cuando la sociedad comenzó a decaer en 1960 hasta casi desaparecer, cogió el testigo la Comisión de Reliquias y el Ministerio de Turismo y Asuntos Culturales para convertir la institución en lo que ahora es, el Museo Nacional de Sierra Leona. Este museo se ha beneficiado de potentes recursos financieros y ha podido mejorar progresivamente gracias al compromiso y la dedicación de las personas que trabajan en él. Sus instalaciones son las heredadas de la estación del ferrocarril del algodón de la capital, en la zona mas céntrica de la pequeña urbe. La embajada alemana también se aloja en una de las dependencias del museo. Su colección permanente no es muy grande pero si muy interesante, con una muestra de artefactos locales, instrumentos variados, memorabilia del líder guerrillero nacional Bai Bureh, incluido su tambor, uniformes y una espada.
Museo del Ferrocarril (sin website) | Freetown
El museo abrió sus puertas en 2005 en los viejos talleres del área de Cline Town en la capital. El museo dispone de una muy cuidada colección de locomotoras, vagones y equipamiento relacionado con la ya desaparecida compañía de ferrocarril Sierra Leone Railway, que conectaba Freetown con Pendembu pasando por la segunda ciudad más importante del país, la ciudad de Bo y la de Makeni. A decir verdad, el museo no tiene muchos visitantes, es más, ver algún visitante por allí es muy raro, pero darse una vuelta para ver esas máquinas tan bien restauradas resulta muy interesante. No hay que ser un fan de los ferrocarriles y trenes para visitar este tipo de museos, te puedes llevar sorpresas muy agradables, como ver un vagón tal y como lo dejó la reina de Inglaterra Isabel II en 1961, una vez que decidió darse un paseo en tren por una de sus colonias.
Christmas Card, The Idelwilds
Llega la Navidad y es tiempo de moderar ritmos, viajar, reunirse con familias y amigos y engordar un poquito más. La semana que viene nosotros también vamos a bajar ese ritmo variando un poquito el menú navideño de entradas. En cualquier caso, lo que verdaderamente nos ocupa y trasmitir a todos nuestros lectores nuestro profundo agradecimiento por seguirnos, por leer lo que escribimos con bastante esfuerzo la verdad – escribir no es lo nuestro – haciéndolo con el corazón más que con el saber.
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Os deseamos que tengáis un feliz fin de semana y que los reencuentros con los vuestros sean muy felices. Hasta la semana que viene.
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Cultura e conhecimento são ingredientes essenciais para a sociedade.
A cultura é o único antídoto que existe contra a ausência de amor.
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