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domingo, 30 de outubro de 2016

MUSEOS EN NUEVO BRUNSWICK – (CANADÁ). · en ARTE, CULTURA, INSTITUCIONES, MUSEO, PATRIMONIO, RELATO, VIAJES.

A principios del siglo XX, New Brunswick era un territorio para emprendedores. Empresarios millonarios, jugadores de las Grandes Ligas (baseball) y algunos presidentes de Estados Unidos, viajaron hasta aquí para pescar el salmón en sus ríos plateados. Este era lugar ideal para montar un campamento, o quedarse en alojamientos rústicos para disfrutar de la vida salvaje en sus profundos bosques primitivos. Pero a lo largo de las décadas, Nuevo Brunswick ha entrado en una relativa oscuridad. Hoy en día, algunos hacen la broma de que es una provincia “drive through”, un lugar por donde los turistas cruzan a toda prisa para llegar a la isla Príncipe Eduardo y a Nueva Escocia.


Sin embargo, una naturaleza intacta todavía sigue aquí para el disfrute de los amantes del aire libre y limpio. Hay ríos e islas costeras en donde podremos practicar kayak, montañas nevadas para el esquí y pueblos pintorescos de Acadia para explorar. Así que, hazte un favor, aparca el coche y explora esta tierra virgen. La isla Príncipe Eduardo seguirá esperándote cuando hayas terminado de emborracharte de naturaleza, te lo prometemos.





Esta excelente galería museo-galería de arte es uno de los regalos del señor Beaverbrook a la ciudad. La excepcional colección que exhibe, incluye obras de pesos pesados internacionales, por lo cual bien la pena pasarse una hora o más recorriendo sus salas. Entre otras, podrías ver obras de Dal, Freud, Gainsborough y Turner, de artistas canadienses como Tom Thompson, Emily Carr y Cornelius Kreighoff, y además, disfrutarás de exposiciones de arte contemporáneo temporales que llegan más allá del Atlántico. En este momento se está haciendo una expansión multimillonaria impresionante (quieren colgar los Dal en un lugar especial). Creemos que las nuevas instalaciones estarán terminadas en 2017.

Museo de Fredericton | Fredericton


Este museo singular está ubicado en los cuarteles de los oficiales del 42 batallón del lado occidental de Canadá del siglo XIX. La colección del museo conserva el pasado y legado histórico de la ciudad. La exposición permanente dispone de piezas militares utilizadas por los regimientos locales y por los ejércitos británicos y alemanes de la Guerra de los Boers y las dos guerras mundiales. También están expuestos muebles en la sala de estar Loyalty, con un dormitorio de estilo victoriano. Se pueden ver objetos y artefactos aborígenes y de Acadia. No os perdáis la rana Coleman, una criatura de leyenda del 42 batallón de Fredericton. ¿Se trata de una rana real o es de escayola? Decide por ti mismo.



Es uno de los museos más antiguos de Canadá, situado en uno de los edificios más bonitos de Nueva Brunswick. El museo tiene una colección variada e interesante. Hay una sección cautivadora sobre la fauna marina, con un espacio destacado y dedicado a las ballenas, que incluye un espécimen de tamaño natural. También hay exhibiciones interactivas, modelos de barcos antiguos y una impresionante colección de obras de arte canadiense e internacional en la planta superior. Vale la pena que hagas una visita.

Museo de la Patata | Saint John


A pesar de tener un nombre bastante cutre, el museo de la patata es un lugar de buen gusto en todos los sentidos. Y en contra de lo que se pudiera pensar, dispone de una exposición interactiva de la historia de la patata de muy bien nivel, donde se hace referencia a la importancia del tubérculo en la economía provincial. En el área didáctica, se explica que los niños de escuela ya no tienen que dedicar sus dos semanas de vacaciones, en otoño, para ayudar a recoger la cosecha. Si quieres tener una experiencia activa y ensuciarte las manos – literalmente – puedes apuntarte a la actividad de la plantación de semillas de patata y cortar tus propias patatas para que te las frían. La degustación de patatas con salsas es algo que no te puedes perder.

Museo del Chocolate | Saint Stephen


Este es otro museo, con muy buen gusto, que merece la pena visitar. Con el uso de pantallas interactivas, que explican todo el proceso de recolección y elaboración del cacao , se te mostrará además una gran colección de cajas de chocolate, y equipos de fabricación que son verdaderas antigüedades. Indispensable para lo adictos al chocolate.




Es un buen destino en días de niebla. Su variada colección de objetos y artefactos locales proporciona una rápida introducción a la historia de la isla. Podemos contemplar una pantalla sobre naufragios de la zona, y una lámpara de queroseno original que apareció en las inmediaciones del faro Gannet Rock (1904). También hay una sala con más de 200 aves disecadas, que incluye la paloma migratoria, ya extinta. En verano, en el museo se celebran conferencias nocturnas, clases, y actividades de la comunidad.



Este modesto museo recorre la historia de la que en otro tiempo fue una próspera comunidad en la ciudad, entre cuyos miembros estaban Louis B. Mayer, uno de los famosos creadores del estudio de la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) de Hollywood, en Los Ángeles. El Museo Histórico Judío de Saint John abrió sus puertas en julio de 1986. Muestra muchos aspectos( explicando la cara pública) de la comunidad judía de la ciudad. Su función principal es recoger, conservar y mostrar la historia de la comunidad judía en Nuevo Brunswick. Además de las exposiciones, el museo también cuenta con una biblioteca de investigación y unos importantes archivos.



Se trata de un museo que en su día fue una antigua fábrica de jabón, totalmente pasada de moda, que promueve la información histórica sobre el conocidísimo (allí) jabón Oliver. Es realmente más que una tienda, con un montón de jabones de olor delicioso moldeados a mano. También programan conferencias y charlas sobre el proceso de la fabricación del jabón, y exposiciones de algunas muestras de interés histórico.



En la plaza central de Miramichi (anteriormente Newcastle) se puede ver una estatua de Lord Beaverbrook (1879-1964), uno de los más poderosos magnates de la historia británica de la prensa, y un importante benefactor para su provincia natal. Sus cenizas se encuentran debajo de la estatua, que se presenta como un monumento a este ilustre canadiense donado por la ciudad. La Beaverbrook House (1877), era el hogar de la adolescencia de Beaverbrook, y ahora un museo con una exposición que nos muestra algunas de sus pertenencias y muebles de época.



Aquí puedes aprender sobre la historia de la pesca en Doaktown. Además se puede disfrutar allí de la exposición de interesantes obras de arte y gemas antropológicos en un museo que, en realidad, es una cabaña. Abierto al público en 1983, el Museo del Salmón del Atlántico se encuentra en el corazón del suroeste del río Miramichi en Doaktown, Nuevo Brunswick. A través de los más de 3.000 objetos de su colección, se conmemora la importancia cultural y económica del salmón del Atlántico, no sólo para el río Miramichi sino para todo Nueva Brunswick, y el mundo más allá de este estado canadiense (¿quién no ha comido salmón alguna vez?). Los objetos y artefactos que se muestran en la exposición del museo incluyen una amplia gama de pinturas originales, esculturas, moscas de salmón, cañas, carretes, y una gran biblioteca con libros y revistas relacionadas con la pesca.



Desenmascarando una historia truculenta, poco conocida, pero que resulta interesante, el Museo Histórico de Tracadie se centra en explicar lo que fue la colonia de enfermos leprosos que tuvo sede aquí, desde 1849 hasta una fecha tan tardía como 1965. Es el único lugar en Canadá con todos los detalles históricos sobre lo que es una leprosería. El cementerio cercano tiene las tumbas de 59 víctimas de la enfermedad de Hansen (lepra). Tracadie-Sheila está 77 kilometros al noreste de Miramichi.



Construido en 1836, este impresionante edificio blanquísimo fue la primera corte de la ciudad. El museo es una de las joyas arquitectónicas de Nueva Brunswick. Si eres aficionado al tema leyes, podrás escuchar las historias de algunos de los casos judiciales más interesantes del condado de Queens. También podrás sentarse en la bancada de los acusados y en la silla del juez. Dispone de archivos de investigación sobre la historia, la cultura y el patrimonio local.



Si haces una visita a estas interesantes exposiciones aprenderás sobre Moncton y su evolución histórica, a partir de objetos y fotografías que incluyen información sobre el pueblo indio de los Mi’kmaq y sobre la época actual. Además podrás profundizar un poco más sobre la historia de Acadia y la agricultura y la industria de la construcción naval local. El vecino Discovery Centre, con sus pantallas interactivas que ofrecen una explicación bastante exhaustiva sobre todo lo que se mueve con motor, tiene interés para los niños en particular. Antes de abandonar este museo de arquitectura, muy particular (¿un barco?), te recomendamos que visites las exposiciones itinerantes que estén programando.



Aquí podrás pasear por el lugar de nacimiento de Samuel Leonard Tilley, que fue el padre de Nuevo Brunswick en la Confederación de Estados Canadienses. Primero como presidente (1861-65) y después como teniente-gobernador de Nuevo Brunswick. Incluso fue nombrado caballero imperial por la reina Victoria I de Inglaterra. Un atentísimo personal te guiará a través de las exposiciones del museo, que muestran la historia desde la época de los aborígenes pre-coloniales de la zona, pasando por la vida de los colonos del siglo XVIII, y hasta la Segunda Guerra Mundial.



La historia de Bathurst está representada aquí con una exposición de objetos y una amplia muestra de artefactos, e incluye fotos, archivos y documentos genealógicos, referentes a la historia de la cultura aborigen nativa. La exposición representa la historia de la vida de la población en la región en sus primeros tiempos. No hay un tema concreto que prevalezca durante la visita al museo, pero logran que el pasado cobre vida para muchos visitantes, tanto locales como foráneos, a medida que te vas introduciendo, poco a poco, en la explicación de su contenido.






Fonte: @edisonmariotti #edisonmariotti


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