Ouvir o texto...

quinta-feira, 28 de abril de 2016

LA TIENDA DEL MUSEO - · en ARTE, CULTURA, GESTIÓN, INSTITUCIONES, MUSEO, OPINIÓN. · --- Loja do museu, opinião...

Recientemente, tuvimos noticias de la apertura del Museo D en Seúl, con la inauguración de la exposición Spatial Illumination-9 Lights in 9 Rooms (se puede visitar hasta el próximo 8 de mayo), exhibiendo una serie de instalaciones del arte de la luz que han sido realizadas por varios artistas coreanos reconocidos internacionalmente. Este es un tipo de exposición que encaja perfectamente con lo que puede ser una estrategia de promoción publicitaria del museo en Instagram, muy fotogénica y cool, donde, visto lo visto, es más interesante ir a hacerse selfies allí que la propia exposición en sí misma.


Al entrar en la exposición, abruma el sonido del obturador de las docenas de cámaras de los teléfonos, apartando la atención de todo el mundo sobre las piezas de luz – al parecer, no se puede desactivar el sonido de la cámara en los teléfonos de Corea del Sur -. Puede ser interesante experimentar esta alteración auditiva y observar cómo afecta a la experiencia como patrón museo. Mientras que los museos de todo el mundo están siendo moldeados por la cultura del selfie, ya sean fotos abrazando una pieza, o cualquier otro postureo que intente amortizar el gasto del puñetero palito agarra cámara. En estos tiempos nuestros, parece ser que la realidad solo se puede observar a partir del visor de un teléfono, y eso está influyendo en la percepción de las exposiciones por parte del gran público. Pero no nos dispersemos.


El museo compartido

Cada vez más galerías y museos están optando por mostrar “el arte compartido en Instagram“, intentando atraer así a un sector del público que de otra forma no visitaría los museos. Algunos de estos museos promocionan los InstaMeets para ayudar a promover sus exposiciones más relevantes y fotogénicas. Como en algún momento hemos podido leer en The New Yorker, el Guggenheim de Nueva York ya hace sólo inauguraciones tipo Instagram Only de algunas de sus exposiciones (#EmptyGuggenheim).


A pesar de que las imágenes de alta calidad de las obras, de la mayoría de las colecciones de los museos, se pueden encontrar online, la gente todavía quiere tener su propio recuerdo personal de la visita, con o sin selfies, o sólo fotos de las piezas, todos con la cámara del teléfono en ristre. Es ya tiempo pretérito caminar a través de las galerías del museo con las manos en los bolsillos. En este nuevo comportamiento del público, el museo en sí se ha convertido en una extensión del “museo-tienda de souvenirs”, no sólo un lugar para disfrutar del saber y el conocimiento humanos, o generar solo buenos recuerdos, sino que ahora es el lugar para recopilar souvenirs digitales que se pueden compartir instantáneamente con amigos y colegas. ¿Nos estamos dispersando de nuevo?


¿Qué es una tienda de museo?

Un especialista que conocemos para la venta al por menor de un importante museo de arte, nos explicaba que “mucha gente en realidad no distingue el tiempo empleado en su visita al museo del que pasa en la tienda”. Para ese tipo de público, museo y tienda del museo es un todo indiferenciable, un totum revolutum. Esto podría sugerirnos que el museo se está convirtiendo en la tienda del museo y viceversa. A medida que escuchábamos cómo se ponen los productos a la venta en relación con el propio merchandising de las exposiciones, y que algunos de estos productos, como en el caso de las exposiciones de arte, ya vienen manufacturados por los propios artistas con severas indicaciones de cómo deben ser expuestos en la tienda, nos dimos cuenta de que las diferencias entre la tienda de regalos del museo y el propio museo son cada vez menores de lo que creíamos. El tendero del museo se ha vuelto curador.

Este profesional de la tienda del museo nos insistía en que la mejor parte de su trabajo es “conectar con artistas y compartir sus experiencias con nuestros visitantes”. ¿No es eso lo que los curadores de los museos dicen también de su trabajo?


Aunque no sentimos la necesidad de volver a visitar la exposición del arte de la luz coreana del D Museum, nos gustaría echar un segundo vistazo a su tienda megafashion con artesanía, productos de diseño y toda clase de merchandising supercool. Es una tienda donde se puede comprar un bolso de mano diseñado por un archiconocido artista coreano a precio de Zara. Si lo compras, recibirás gratuitamente un juego de imanes para frigorífico relacionados con la exposición. La tienda del museo te ofrece una selección de juegos de imanes diseñados por todos y cada uno de los 9 artistas destacados en su exposición; si no te gusta el diseño del imán de la obra de arte de luz que más te haya impactado de la exposición con la que te hiciste un selfie, no hay problema, te dan la opción de escoger libremente otro juego, el objetivo principal es que no te vayas con un mal recuerdo del museo.


Promociones en el museo y zonas borrosas

Lo curioso del caso es que, si te paseas cargando con ese bolso del artista coreano entre tus amigos, todos se van a interesar por él, eso seguro, con lo que finalmente la conversación nos llevará ineludiblemente al D Museum. Estamos seguros también que muchos de los otros compradores de productos de la tienda del D Museum, exhibirán orgullosos las fotografías de los selfies con sus compras en Instagram.


A lo que vamos, el espectro de consumo de contenidos, que una vez tuvo una vasta y clara distinción entre el museo y la tienda del museo, se está fundiendo. Esto tal vez está siendo forzado por la realidad económica de los museos, ya que “venden” para ser más competitivos y “comerciales” y, al mismo tiempo, por la evolución general del comportamiento del público en su faceta consumista. Los visitantes de los museos de arte, por ejemplo, quieren saber “la historia de los artistas, de dónde son, lo que les inspira, y los materiales de base que utilizan”, y quieren llevarse un pedazo del museo a casa con ellos. Esto no es nada nuevo. Lo nuevo es que no sólo pueden comprar el museo en la tienda del museo, sino que también pueden hacerlo desde su ordenador o computadora y una tarjeta de crédito o Pay-pal. Es más que posible, que un día, en un futuro no muy lejano, la distancia entre el museo y su tienda se desvanezca del todo.







Fonte: @edisonmariotti #edisonmariotti

Nenhum comentário:

Postar um comentário